El X Gatico de Plata, con el que la cuadrilla de Letrau de Lumbier reconoce a miembros de su vecindad por su entrega desinteresada y aportación a la vida local ha recaído en esta edición en Miguel Ángel Domeño Vicente, por su dedicación a la iglesia con las labores de sacristán. La entrega en el marco de las fiestas, que finalizan este jueves, constituyó uno de esos “momenticos” organizados por la cuadrilla desde el año 2011; actos sencillos y entrañables.
Miguel Ángel tiene 70 años y lleva desde 2002 ejerciendo las labores de sacristán en la iglesia. En ellas sustituyó a Aurelio Sáez, que las realizó durante 42 años. Nosotros no conocemos otros sacristanes. Recordamos su figura, su carácter y el de Miguel Ángel, tranquilo y afable. En Lumbier todo el mundo le conoce como el sacristán y es su papel principal, el que más tiempo le ocupa y lo desempeña de manera sencilla y abnegada”, recalcaron. Ex trabajador de la empresa Argal S.A, Miguel Ángel ha volcado su tiempo libre en ese servicio: “apunta las misas encargadas, lo que toca en cada celebración, ayuda en el mantenimiento de la iglesia, a que el atrio esté limpio. Cuando alguien muere en el pueblo y va a recibir despedida religiosa, hay que avisar a Miguel Ángel. Él estará presente en funerales y bautizos para que todo esté a punto.
Ermitaño
Además de la función de sacristán, La cuadrilla de Letrau destacó la dedicación de Domeño a la ermita de La Trinidad desde 1980. “Eres el luminero, como el antiguo ermitano, la persona encargada de los cuidados de la ermita y de que esté todo a punto para el día de la romería y las celebraciones religiosas anuales más importantes Esta tarea la vienes realizando desde 1980, y para los que participamos en la romería eres la persona que nos da la bienvenida a la ermita e indica que el esfuerzo “Todo lo que precise una ceremonia religiosa contará siempre con tu buen hacer y tu sonrisa de satisfacción”, concluyeron, con sus buenos deseos de larga vida a un personaje, en la iglesia y en La Trinidad imprescindible, declararon antes de la entrega del décimo gatico, que Domeño recogió visiblemente emocionado y agradecido el detalle que no esperaba ni él ni su familia. Los de Letrau, con ilusión, ya piensan en el XI.