PAMPLONA. Un árbol de la memoria en el interior de la cúpula. Da nombre al proyecto y es, a la postre, uno de los elementos más emblemáticos del proyecto, obra de los arquitectos navarros Jokine Crespo Garbisu y Luis Beriáin Sanzol. El proyecto mantiene el conjunto del templo central, las galerías y los pabellones laterales, y los relaciona creando una entreplanta en las arquerías.

¿Con qué uso? El diseño de Árbol de la memoria sugiere la creación de un Centro para la Cultura y la Memoria histórica, que ocupara "todo el conjunto, con sus diversas partes". En el interior del templo se crean "nuevas plantas en las naves laterales", y se respeta el vacío central para crear en su interior una instalación arquitectónico escultórica, un gran árbol, un haya navarra de 35 metros, que se eleve hasta la cúpula, y cuyas hojas lleven grabados los nombres de los represaliados de la Guerra Civil. Plantea la "eliminación de la plataforma artificial", que ubica a dos metros de altura el monumento, y así coloca toda la plaza al mismo nivel, eliminando todas las escalinatas, balaustradas y jardineras de la parte delantera y trasera del monumento, los túneles de conexión entre la cripta y los edificios laterales, así como la escalinata central. M. Salvo