A pesar de ser uno de los barrios más antiguos de nuestra ciudad, pocos pamploneses sitúan Etxabakoitz en el mapa o han paseado alguna vez por sus calles. Ese es el lastre que conlleva ser uno de los barrios más desfavorecidos y apartados de Pamplona. Y esa es la imagen con la que querían acabar sus vecinos cuando en 2016 decidieron arrancar el proyecto Etxabakoitz Convive. Su objetivo era dar a conocer todas las cosas buenas que tiene el barrio, así como promover la convivencia entre las 69 nacionalidades que lo habitan. Ayer, tres años más tarde de haber comenzado, este proyecto de participación ciudadana llegó a su fin con la presentación de un documental en la Filmoteca de Navarra. “Esto es solo el colofón de un proceso participativo que lleva años”, señaló Joseba Gines, educador en el colectivo Etxabakoitz Bizirik.

Con ese propósito inicial, los colectivos vecinales se pusieron en contacto con el Área de Acción Social del Ayuntamiento de Pamplona, quien no dudó en promover el proyecto. El Consistorio encargó a dos investigadores del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la UPNA, Rubén Lasheras e Izaskun Andueza, un diagnóstico social sobre convivencia en Etxabakoitz. “Estamos muy contentos de haber participado ya que entendemos que la UPNA, como una institución pública, tiene el compromiso de contribuir a la integración social de la ciudad”, comentaron los investigadores. Ambos se pusieron manos a la obra recogiendo datos, haciendo encuestas, encuentros de jóvenes y entrevistando tanto a vecinos del barrio como a caras más conocidas como el jugador del CA Osasuna Miguel Flaño, El Drogas, o Jesús Garisoain, subdirector de La Pamplonesa. Los resultados de esta investigación demostraron lo que los vecinos ya venían denunciando. Etxabakoitz es un barrio que creció a partir de los años 50 a base de inmigrantes que vinieron de Andalucía y Extremadura a trabajar a la industria navarra. A estos se les sumaron el gran colectivo gitano que encontró su sitio allí. Esto, unido a su localización, bastante alejada, hizo que el barrio sufriera un abandono por parte de las instituciones y de los ciudadanos que, en buena medida, ha llegado hasta nuestros días. Además, existe una segregación interna a causa de las diferentes nacionalidades que conviven allí y a que el propio barrio está fragmentado en diferentes zonas. “Etxabakoitz se ha construido gracias a la lucha permanente de sus vecinos. Al estar abandonado por las instituciones, ellos han sido los que han reclamado un barrio con más dignidad”, explicó orgulloso Joseba Gines.

de la teoría a la acción Tras el diagnóstico, los vecinos no se dieron por satisfechos y decidieron enfrentarse a los datos y dar a conocer la esencia y la historia del barrio. Así surgió la idea del documental. “Lo que diferencia a este cortometraje es que también se ha producido a través de un proceso comunitario”, recalcaron los investigadores de la UPNA. Así, a través de reuniones con colectivos y vecinos, se fueron tomando decisiones. Sin embargo, el trabajo de algunos residentes como Daniel Comes o Pili Zozaya fue especialmente intenso. El primero hizo una labor de documentación y recopilación sobre la historia de Etxabakoitz impresionante y la segunda fotografió todo el proceso del documental y las actividades que se llevan a cabo en el barrio. “Todas las personas que han participado lo han hecho de forma altruista. Además el proyecto no hubiera sido posible sin las ayudas a cátedras del departamento de Educación del Gobierno de Navarra con las que financiamos lo más básico”, agradecieron los investigadores. Con los últimos detalles, como una música compuesta explícitamente para el cortometraje por Gorka Pastor, el resultado final fue proyectado ayer en la Filmoteca de Navarra, aunque los vecinos tuvieron la oportunidad de verlo por adelantado el lunes. “Teníamos el miedo de no haber reflejado lo que los vecinos querían, pero a la mayoría no les resultó ajeno y se sintieron agradecidos y muy emocionados”, afirmaron Rubén e Izaskun. Con el proyecto ya terminado y presentado, el último paso es la difusión. Por eso, tanto el documental como las entrevistas realizadas serán colgadas en breve en la página web del Ayuntamiento de Pamplona.