Pamplona - De la mano de dos generaciones bien dispares y uniendo a dos barrios con identidades también distintas, arrancan hoy las fiestas de Ermitagaña-Mendebaldea, unos festejos que la asociación Ermitaldea, nacida en 2017, recuperó ya el año pasado con un día de hermanamiento y que este año se convertirán en un variado programa de actos, que durará todo el fin de semana, hasta el domingo 22. Las manos de Edurne Turrillas, de 17 años y vecina de Mendebaldea, y Enrique Sánchez, de 45 años y uno de los primeros residentes ya en el año 1975 del recién nacido barrio de Ermitaña, lanzarán al alimón el cohete desde el kiosco junto al colegio José María Iribarren.

“Estamos construyendo barrio y las fiestas son una forma más de dejar claro que las calles son nuestras y queremos recuperar el espacio público para los vecinos, frente a los hipermercados o las casas de apuestas. Un ejemplo claro, el patio de José María Iribarren, que otrora fue convertido en un aparcamiento de zona azul, ahora “es un espacio para el vecindario” y de hecho será el recinto festivo durante este fin de semana.

Enrique Sánchez, de 45 años, llegó en 1975 (el “día en que murió Franco”, según recuerda) al primer bloque de Ermitagaña, situado por donde el Planetario. Desde entonces ha visto cómo el barrio crecía hacia el oeste y acabaría pegándose después con el nuevo desarrollo de Mendebaldea. Vecino inquieto, desde 1999, es miembro de la Asociación de Vecinos de Ermitagaña y a partir de 2017 fue uno de los artífices del nuevo colectivo Ermitaldea, nacido de la unión de ambas zonas. “Llevamos trabajando desde hace años como un único barrio”. Porque al final Ermitagaña y Mendebaldea convergen en un mismo espacio “con problemáticas comunes como, por ejemplo, la movilidad”, observa. Mejor unir que separar, y, de hecho, el nuevo escudo diseñado por Gaizka Azketa y que acompaña estas páginas, ya es reflejo de este jumelage que tiene visos de subsistir con buena salud. “Hay ganas y savia nueva y contamos con una jai ba-tzordea (comisión de fiestas) muy plural”, opina Enrique Sánchez, quien añade que del trabajo de mucha gente, y del apoyo de hosteleros y comerciantes, se ha pasado de un día de fiestas a un fin de semana. Y aún más, porque aunque hoy es el chupinazo, la fiesta ya arrancó ayer con un karaoke.

PROFESORA DE DANTZAS Con ganas de unir, esta vez con la savia joven como valor añadido, Edurne Turrillas, dantzari de Duguna de 17 años, compartirá con Sánchez el honor de prender la mecha. En su caso, fue elegida por su implicación en el barrio, dado que además de formar parte del talde feminista, ha juntado a los vecinos en un cursillo de dantzas que ella misma ha dirigido. “Estoy también en la organización de las fiestas, y creo que pensaron en mí por ser también euskaldun”, opina, un “honor” para ella porque “siempre desde pequeña he soñado con tirar el Chupinazo, de San Fermín, y por algo se empieza”, bromea.

Su implicación en los colectivos vecinales le llegó de la necesidad de cambiar el barrio: “Está un poco muerto y hay que avivarlo un poco. Tenemos que salir a conocer a nuestros vecinos”, anima. Ejemplo de ello lo dan los más jóvenes, como Edurne, integrantes del gazte taldea de Ermitaldea, que han organizado “este verano el cine de barrio”, una alternativa a esa “droga que nos han impuesto con las casas de apuestas, una realidad gravísima que ha llegado al barrio”, considera.

SIN AGRESIONES EN FIESTAS Hoy arrancan las fiestas en el recinto de José María Iribarren, y se quieren sin agresiones sexistas. “No se va aceptar ninguna agresión”, explica Edurne Turillas. “Se va a poner un número teléfono y en la barra va a haber un punto de ayuda”, además de ponerse una caseta informativa y la mano gigante en el barrio.

Tras el chupinazo, el programa incluye ginkana de cuadrillas a las 18.30 y a las 20.30, torico de fuego. A las 21.00, se celebrará una cena y guateque, y a las 23.00 Baile de la Era. La jornada finalizará con las actuaciones de Trikiteens a las 23.30 horas y 02.30 horas con DJungle. Y para el resto de días, música y comidas populares protagonizan los festejos. Uniendo barrios.