Como si de un día de fiestas se tratase, las calles de Andosilla se llenaron ayer de música, de alegría, y de rojo y blanco gracias a las más de 2.500 personas que participaron en la 43ª Concentración de Auroros de Navarra. No hubo una esquina, plaza o recoveco en la que no se escuchara el tintineo de las campanillas de las agrupaciones de los 78 municipios que hasta allí se acercaron.

Muchos vecinos a título particular, además de los 250 voluntarios, se volcaron para que este evento, que sirvió para conmemorar el 25º aniversario de la última cita de estas características que se organizó en la localidad, saliera a pedir de boca.

Se trata, informaban, de un evento que organizaron de forma conjunta entre la Asociación de Auroros de Andosilla, la Asociación de Auroros de Navarra, el Ayuntamiento ribero y la parroquia andolense y que contaba con un presupuesto de 22.000 euros.

Los actos comenzaron muy pronto por la mañana con la recepción de los participantes; no faltaron a la cita los grupos de lugares como Los Arcos, Aras, Fustiñana, San Martín de Unx, Mendavia e incluso Murcia entre muchos otros. Tras un pequeño desayuno, la plaza de San Cosme y San Damián acogió el acto de bienvenida con las autoridades locales y ya se oyeron los primeros acordes con el Himno de las Cortes, el himno de los auroros Salve Aurora María y la aurora a la Virgen de la Cerca, patrona del municipio ribero, que entonaron los anfitriones, los auroros de Andosilla.

música en la calle Poco a poco, y divididos en rutas ya establecidas, los distintos grupos de auroros se fueron repartiendo por todos los barrios y calles del casco urbano para no dejar un solo espacio sin música; el casco viejo, el barrio del Puente, la travesía o la zona más céntrica se llenaron de auroros. De hecho, en el suelo se pudieron ver notas musicales y campanillas pintadas en azul que iban marcando el recorrido.

Hasta las 12.00 horas, y tras varias paradas para beber, comer y descansar del intenso calor que ayer hizo en las bajeras que los andolenses habilitaron para la ocasión, hubo una eucaristía que estuvo presidida por Monseñor Francisco Pérez González, arzobispo de Pamplona y obispo de Tudela. En la misa cantó el grupo de auroros de Andosilla que, al estar al mando de la organización, no recorrieron como el resto de agrupaciones las calles de la población.

Las últimas notas del día corrieron a cargo de los miembros de la banda de música, que salieron a mediodía, así como de los dantzaris, gaiteros y gigantes, que animaron las calles de 13.00 a 14.00 horas.

La jornada no pudo concluir de mejor manera que con una comida de hermandad que tuvo lugar en el polideportivo pasadas las 15.00 horas y en la que no faltó la animación musical.