- La campa de San Pedro amaneció ayer rodeada de basura, los restos de una fiesta que tuvieron que limpiar los y las trabajadoras del Servicio de Obras y Limpieza del Ayuntamiento de Altsasu. "Siento decepción, vergüenza y mucho cabreo por esta irresponsabilidad. Tener que ver que algunas personas son capaces de hacer esto nos debería obligar a reflexionar a todas y todos", decía ayer el alcalde, Javier Ollo, en sus redes sociales. También mostró ocho fotografías de cómo quedó este espacio de gran valor natural y también sentimental para los y las altasasuarras. "He pensado seriamente publicarlo o no. Pero hay algunas actitudes que por lo bochornosas que son, deben ser puestas de manifiesto", apuntaba.

Y es que no es la imagen de su pueblo que le gustaría mostrar el alcalde, un pueblo que ha dado repetidas muestras de dignidad y solidaridad pero que con comportamientos incívicos de este tipo a veces se olvidan. Y duelen más cuando es más importante que nunca la responsabilidad individual y colectiva por la crisis del coronavirus. "Estas actitudes son más irresponsables y insolidarias cuando la ciudadanía está expuesta a restricciones. No puede ser que determinadas personas, aunque sea un porcentaje pequeño, cometan este tipo de errores.

Lo cierto es que desde la publicación del alcalde pronto se sucedieron los mensajes de indignación más o menos airados. Además, en muchos se pedía sanciones para las personas. También se mostraba preocupación por el comportamiento y se recordaba la situación actual. "Si con la limpieza han hecho esto, no quiero ni saber lo que habrán hecho con la distancia de seguridad, higiene y cuidado", se decía en un comentario.

Asimismo, había otros en los que se lamentaba que el comportamiento incívico de algunas personas no se puede extender a otras que el lunes también subieron a la campa a disfrutar de otra manera de la festividad de San Pedro, eso si, guardando las medidas sanitarias de esta nueva normalidad y dejando el lugar en el que estuvieron tal y como lo encontraron.

Precisamente, a la responsabilidad se apelaba en el bando emitido por el Ayuntamiento tras la suspensión oficial de esta celebración, la fiesta entre las fiestas en Altsasu. Y es que como se recordaba, no se podía prohibir el acceso a la campa porque sería "una limitación de la libertad de circulación no factible en un momento en el que ya no se encuentra vigente el estado de alarma".

Así, se destacaba que en todo momento se debían respetar las medidas de distanciamiento físico entre personas o grupos de personas y demás medidas preceptivas establecidas por el Gobierno de Navarra para la nueva normalidad. También se prohibía la realización de hogueras.