El sindicato LAB denuncia que “Podemos abandona el Albergue Otadia de Altsasu, y genera un grave perjuicio al empleo y a los servicios de la zona”, según se dice en una nota difundida por el sindicato. Al respecto, destacan que la formación morada dirige el Instituto Navarro de la Juventud, al que pertenece este albergue. A su vez, forma parte de la Red Española de Albergues Juveniles. “A este sindicato le consta que se han rechazado reservas y ahora sabemos que el Instituto Navarro de la Juventud no quiere seguir haciéndose cargo de dicho centro”, afirman desde LAB. “El despropósito es tal que a día de hoy nadie dice qué va a pasar con el albergue y los seis puestos de trabajos existentes”, inciden.

No obstante, señalan que tienen la certeza de que “el 31 de diciembre seis familias se quedan sin trabajo y que el albergue parece abocado al cierre o a la privatización”, al tiempo que aseguran que “el uno de enero de 2022 Otadia estará cerrado”.

Así, LAB llama al conjunto de Sakana y sus agentes para que se activen en defensa de este albergue manteniendo su carácter público y sus puestos de trabajo. “El cierre del albergue es un ataque frontal al empleo, a la hostelería, al pequeño comercio y a la estrategia de desarrollo que se viene implementando en la zona. Al, respecto, desde este sindicato dicen que durante el año 2019, “se llegaron a ocupar en Otadia 10.000 camas, con lo que supone eso para un pueblo como Altsasu; visitantes que consumen en el comercio y hostelería local ya de por sí perjudicada por la pandemia y el modelo de consumo actual”.

Por otro lado, LAB recuerda que este edificio fue colegio menor. “Hubo un tiempo, incluso, en que el albergue estaba lleno de estudiantes que venían a estudiar en el instituto de FP de Altsasu, concretamente a una rama de carpintería que al final también se la llevaron fuera”.

Este albergue tiene una capacidad para 81 personas, con habitaciones individuales, triples y cuádruples, tanto con baño propio como con baño compartido. Además, cuenta con diferentes salas, una de usos múltiples con capacidad para 60 personas, dos pistas polideportivas, 4.000 metros cuadrados de zona verde y aparcamiento para autobuses y turismos. Además de actividades propias y cursos de formación, acoge jornadas, seminarios y conferencias, concentraciones deportivas y otras actividades relacionadas con la cultura, el deporte y el medio natural.

Reflexión estratégica en el Instituto Navarro de la Juventud

Desde el Instituto Navarro de la Juventud, su director gerente, Carlos Amatriain, señala que no es un cierre definitivo y que es fruto de la reflexión estratégica que se ha llevado a cabo en esta dirección, que se ha separado de Deporte esta legislatura . “Hemos realizado un estudio en la que se ha constatado que los y las jóvenes ven con distancia las políticas de juventud que se llevan a cabo de las instituciones”, observa. Por ello, se están haciendo cambios en la estructura, que es de los años 90. “Hasta ahora no se ha hecho un planteamiento estudiado. Consideramos que debemos nutrirnos de perfiles más técnicos para trabajar en programas relacionados con el medio ambiente la salud o el bienestar emocional entre otros, tal y como demanda la juventud”, observa.

Por otro lado, destaca “la baja ocupación del albergue”, en torno a un tercio de su capacidad, a lo que se ha sumado que el concurso para ofrecer el servicio de comedor ha quedado desierto. “No se ha presentado ninguna empresa porque puede no resultar interesante en términos económicos”, observa. “Estamos sin este servicio desde enero. En momentos puntuales este verano se ha contratado una empresa de catering, un gasto que ha debido asumir el Instituto Navarro de la Juventud”, añade. Asimismo, apunta que el tipo de usuario es sobre todo de federaciones deportivas y de entidades que trabajan en el ámbito de la discapacidad.

Si bien incide en que “en la Administración no debe primar el criterio de rentabilidad económica”, destaca la responsabilidad de gestionar lo público. “Se trata de buscar la mayor eficacia de los recursos públicos y para ello hay que valorar la viabilidad del Albergue de Altsasu”, subraya. En relación a la privatización del albergue, indica que “en este momento no hay nada planteado. Lo primero es realizar una reflexión compartida con el Ayuntamiento de Altsasu y el Servicio de Patrimonio, propietario del albergue”, destaca