Recuerdo y despedida en Tafalla

Los familiares recibieron una flor en recuerdo de las personas fallecidas.

afalla vivió las primeras semanas de pandemia con la incertidumbre, las preguntas y la angustia que tanto definieron aquellos meses de 2020, y que todavía hoy de alguna manera se mantienen. La localidad navarra estuvo especialmente azotada por las consecuencias del coronavirus en sus inicios en la comunidad foral, ya que, al igual que otras localidades de la Zona Media, tuvieron una alta incidencia al principio.

Para honrar a las personas que lo sufrieron, el Ayuntamiento de Tafalla celebró ayer un acto de homenaje en recuerdo a los 166, según el último dato que manejan, vecinos tafalleses que han fallecido durante estos meses de pandemia. Un evento institucional que sirvió a su vez de despedida para los familiares, muy presentes durante toda la jornada, en la que también hubo cabida para la música, la emoción y los mensajes de acompañamiento en el duelo. La jornada, que estuvo pensada en todo momento “por y para las familias” y que contó con una importante presencia de colectivos culturales locales, iba a celebrarse en un principio al aire libre en el parque del Conde, pero finalmente tuvo lugar en la ciudad Deportiva de Tafalla ante la previsión de mal tiempo en Navarra.

El evento, al que también acudieron los representantes de la corporación municipal de Tafalla, se inició con la entrega de una flor a cada uno de los familiares que asistieron al recinto deportivo, un gesto que realizó Jesús Arrizubieta (EH Bildu), alcalde la localidad. Él fue el encargado de iniciar y dar la bienvenida al homenaje, después de la representación por parte del grupo de txistularis tafallés y del aurresku inicial. Fernando Chocarro y Naroa Villar fueron los encargados de dirigir y guiar el acto, haciendo de maestros de ceremonias en ambos idiomas, castellano y euskera, respectivamente. “Este espacio es una oportunidad para dar lugar a vuestro dolor y seguir sanándolo”, comenzó Fernando Chocarro en una primera intervención. El homenaje se transformó en un espacio para la memoria en el que, Ana Ojer, familiar de una de las víctimas, recordó “el momento en el que nuestras vidas cambiaron por completo”. “Cuatro paredes contenían nuestras preguntas y ansiedades, pero también el amor y apoyo”, reflexionó Ojer. Emocionada, Ojer reconoció que “ahora el dolor se transforma, queremos y podemos volver a vivir recordando y amándolos”. Por su parte, con las imágenes de Tafalla vacía durante los primeros meses del Estado de Alarma, Arrizubieta recordó “a los familiares que hemos perdido de una manera silenciosa, sin dar un abrazo y sin la compañía de quienes les quieren”. “Es tiempo de sentir que siguen formando parte de nosotros y nos acompañaran”, refirió Arrizubieta.

“Estos homenajes nos ayudan a hacer el duelo y ayudan a la memoria colectiva, a que no olvidemos”, manifestó María Chivite, presidenta del Gobierno de Navarra.