La catedral 

Santa María del Fiore (Santa María de la Flor) es una catedral gótica iniciada en 1296 por el arquitecto Arnolfo de Cambio y continuada por Giotto di Bondoni y otros arquitectos. El edificio tiene planta de cruz latina con tres naves. Como es típico en el gótico italiano, tiende a la horizontalidad y a la policromía, al intercalar hiladas de piedra y mármol. Tras finalizar las obras, resultó ser la catedral más grande de Europa, con una capacidad para treinta mil personas.

La cúpula de la Catedral de Florencia fue proyectada por Brunelleschi. Pixabay

En la actualidad, sólo es superada en tamaño por la basílica de San Pedro del Vaticano, la catedral de San Pablo en Londres, la catedral de Sevilla y la catedral de Milán. En su interior, destacan sus cuarenta y cuatro vitrales realizados por artistas florentinos como Donatello, Ghiberti, Uccello o Gaddi, los plafones de la sacristía, los relieves sobre la puerta de la sacristía, la decoración del reloj de la pared oeste, escenas de la Divina Comedia de Domenico di Michelino o el coro de Bartolomeo Bandinelli, entre otros tesoros artísticos. Pero si algo llama la atención en la seo es su monumental cúpula, ideada, proyectada y construida por el arquitecto Filippo Brunelleschi. La bóveda, que constituye la cubierta del crucero, contiene una representación del juicio final pintado por Vasari y Zuccano. Por su parte, la torre campanario, más conocida como el campanile di Giotto, es un ejemplo típico de los campaniles italianos, edificios separados de las iglesias y destinados exclusivamente a disponer en ellos los campanarios y evitar los daños por vibraciones en las iglesias. Comenzado a construir en 1334, está ornamentado con mármol blanco, rojo y verde. La altura es de 85 metros y la base cuadrada es de 14,45 metros.

El Baptisterio

Este edificio, del siglo V, se utilizaba para celebrar los bautizos y se encuentra situado justo enfrente de la catedral. Es de planta octogonal y tiene una cúpula con ocho resaltos. En su interior, se puede admirar la fuente bautismal decorada con motivos geométricos e incrustaciones de mármol que representan los signos del zodiaco.

El Baptisterio de San Juan, de planta octogonal.

En el exterior, destacan sus tres puertas de bronce. La puerta sur, la más antigua, contiene veintiocho paneles que representan la vida de san Juan Bautista, las cuatro virtudes cardinales y las cuatro virtudes teologales. La segunda puerta, al norte, describe en sus veintiocho paneles escenas de la vida de Jesús de Nazaret y de los cuatro evangelistas. La tercera puerta, a la que Miguel Ángel denominó La puerta del Paraíso, tiene representados en diez paneles episodios del Antiguo Testamento, en un estilo renacentista. 

Palacio Viejo

Empezado a construir a finales del siglo XIII para albergar el gobierno de la ciudad, actualmente acoge las oficinas del Ayuntamiento, se encuentra situado en la plaza de la Señoría. Llamado en origen Palacio Nuevo, se cambió el nombre por el de Palacio de la Señoría, el organismo principal de la república florentina, en el siglo XV. Después se conoció como palacio Ducal, al establecer allí su residencia Cosme I de Médici en 1540.

El Palazzo Vecchio con su torre principal. Diego Delso

En 1565, comenzó a llamarse Palazzo Vecchio al haberse mudado Cosme I al palacio Pitti. El edificio, con forma de un paralelepípedo, alberga en su fachada principal la torre de Arnolfo, uno de los emblemas de la ciudad. En 1400, la torre y el jardín interior tuvieron que ser reconstruidos, ya que corrían peligro de derrumbarse. Entre sus estancias sobresale el salón de los Quinientos, cuya decoración mural se encomendó a Leonardo da Vinci y a Miguel Ángel. Lamentablemente no se terminaron y las paredes fueron cubiertas por otros frescos posteriores que realizó Giorgio Vasari. También pueden verse murales y cuadros de artistas de la escuela florentina como Ghirlandaio o Bronzino, entre otros. Las vistas desde la torre, de 94 metros de altura, son impresionantes.

Palacio Pitti y los jardines de Bóboli

El palacio Pitti, antigua residencia de un banquero florentino, de reyes italianos y hasta del mismísimo Napoleón Bonaparte, es una joya arquitectónica que alberga varios museos y galerías con una gran variedad de obras de arte y tesoros. En primer lugar, el museo Palatino exhibe una impresionante colección de arte renacentista y barroco. Se pueden admirar obras de Tiziano, Rafael, Caravaggio o Rubens, entre otros. Las pinturas y esculturas presentes aquí brindan una visión de la evolución del arte a lo largo de los siglos. En segundo lugar, la galería de Arte Moderno ofrece una colección de arte más contemporáneo. Aquí se pueden encontrar pinturas y esculturas de artistas italianos e internacionales del siglo XIX y principios del siglo XX. Esta estancia proporciona una perspectiva interesante de los movimientos artísticos y las tendencias estéticas de la época. El palacio cuenta también con unos extensos jardines renacentistas plagados de senderos sombreados, estatuas clásicas, fuentes, grutas, terrazas y hermosas vistas panorámicas de Florencia.

Galería de la Academia

La Galería de la Academia es un museo dedicado a escultura y pintura fundado en 1563. La primera sala contiene obras de los siglos XV y XVI y la terracota de Juan de Bolonia, modelo del Rapto de las sabinas que se encuentra en la logia de la Señoría. La siguiente estancia está dedicada a Miguel Ángel.

Detalle del 'David' de Miguel Ángel.

Aquí se encuentran cuatro prisioneros esculpidos entre 1521 y 1523 y destinados a la tumba del papa Julio II. La pieza, sin terminar, sorprende porque de la piedra parecen intentar salir, hercúleas, las figuras inacabadas. Un esbozo de San Mateo y una Pietà, también inacabada, preceden al gigantesco David (del que hablamos en las siguientes páginas), trasladado aquí en 1873 desde la plaza de la Señoría. Otras obras que se exhiben en la Academia son la Madonna del Mare, atribuida a Botticelli, Venus y Cupido, de Pontormo y el Cassone Adimari, arcón de madera pintado por Scheggia. También, se pueden admirar pinturas de Filippino Lippi o Ridolfo Ghirlandaio y modelos en yeso de Lorenzo Bartolini.

Galería Uffizi

Esta galería, donada al estado en 1743 por el último de los Médici, es un tesoro artístico que alberga una vasta colección de obras maestras renacentistas y barrocas de renombrados artistas italianos y europeos.

‘El nacimiento de Venus’, de Botticelli.

El recorrido comienza con cuadros como El Nacimiento de Venus y La Primavera de Botticelli, La Adoración de los Magos y La Anunciación de Leonardo da Vinci, La Sagrada Familia con San Juan Bautista de Miguel Ángel, Baco, de Caravaggio o la Venus de Urbino de Tiziano, entre otros muchos. Además, el museo cuenta con una extensa colección de esculturas clásicas y arte decorativo, que brindan una visión más completa del mundo del arte en aquellos tiempos. Aparte de todo esto, la Galería también ofrece impresionantes vistas panorámicas del río Arno y el centro histórico de Florencia.