El acuerdo de la empresa de Alsasua Sunsundegui con la multinacional Volvo es una muy buena noticia. Supone la creación de unos 400 nuevos empleos para la construcción de cientos de autobuses de nueva generación para la marca sueca. Ni tan mal. También es una muy buena noticia el impulso del Clúster de la Construcción Industrializada que reúne ya a 41 empresas navarras que dan empleo a casi 3.000 personas y factura más de 1.300 millones de euros. De hecho, la dinámica de actividad creciente de ese modelo en el sector sitúa como uno de sus retos principales la necesidad de cubrir nuevos perfiles profesionales ante la escasez actual de personal cualificado en ese ámbito laboral. Ni tan mal igualmente. Y es otra buena noticia la que reflejan los datos del empleo el pasado mes de abril en Navarra. El número de parados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo ha bajado en 1.106 personas en abril respecto al mes anterior, un 3,46%, y el número de desempleados en la Comunidad Foral se sitúa en 30.844. En el último año, el número de parados en Navarra ha bajado en 2.582 personas, el 7,72%. Sin olvidar que la afiliación a la Seguridad Social en Navarra sigue repuntado en el mes de abril, con un incremento a final de mes de 4.027 inscritos más, lo que hace un total de 307.328, récord en el histórico de Navarra al que añadir además el aumento de los contratos indefinidos. Son tres noticias seguidas en apenas 24 horas que señalan que Navarra sigue marchando razonablemente bien por la senda de la estabilidad política, el consumo sostenido y la cohesión social pese la situación generalizada de incertidumbres y volatilidad política y económica. No todo es oro lo que reluce, claro. Sigue habiendo una bolsa endémica de más de 30.000 navarras y navarros registrados que siguen buscando trabajo, las condiciones y expectativas laborales –y por tanto de calidad de vida–, de las generaciones más jóvenes aún arrastran grandes espacios de inquietud, se mantiene la brecha entre hombres y mujeres en el trabajo y las personas mayores de 50 años en paro siguen teniendo complicada su reincorporación al mundo laboral. Son aún muchos miles de personas que viven bajo las dudas de la inseguridad, la precariedad y la inestabilidad y tanto en el ámbito del empleo como en el de las condiciones de trabajo hay mucho que transformar para mejorar. Que los jóvenes sean un objetivo básico es la mejor garantía de futuro también para las generaciones anteriores. Por ello, los altavoces de supuestos apocalipsis y falsos caos, esa gente que habita en la cara oscura de la política, siempre enfadados con todo y con todas y todos y que se dedican insistentemente a lanzar mensajes catastróficos, advirtiendo de tiempos oscuros y de desastres irremediables acaban chocando con el espejo de una realidad que refleja de forma nítida la miseria, falsedad y ridiculez de sus discursos. Por eso no les gusta esa Navarra rea ni las nuevas ideas y demandas del cambio generacional ni la pluralidad de esta sociedad. Alimentar los miedos para paliar su incapacidad política no es suficiente ya para imponer a la mayoría social, plural y democrática proyectos sin nada honesto ni sensato que aportar a la sociedad navarra. Sin autocomplacencia alguna, sigue tocando mejorar lo que avanza bien.