CONCIERTO DE VALERIA CASTRO

Intérpretes: Le acompañaron cuatro músicos (piano, guitarra y timple canario, contrabajo y batería). Fecha: 01/11/2023. Lugar: Teatro Gayarre. Incidencias: Teatro lleno, entradas agotadas con más de un mes de antelación.

Hace un año y medio, cuando solo había publicado un epé (Chiquita), Valeria Castro actuó en la Casa de Cultura de Burlada ante doscientas personas. El pasado miércoles, ya con su primer disco bajo el brazo (Con cariño y con cuidado), la canaria se presentó en el Gayarre. Esta vez el teatro estaba lleno y las entradas se habían agotado con un mes de antelación. Sirva esto de ejemplo para comprender el crecimiento exponencial de su popularidad, tanto en España como en América, donde también la esperan con gran expectación.

Tras comenzar con Dentro (a capela) y Poquito, entonó Culpa, que comenzó acompañada por la suavidad del piano y la de los otros tres músicos tocando con toda la delicadeza de la que fueron capaces. Similares ropajes eligieron para vestir la siguiente, Ay, amor, en la que destacó la elegancia del contrabajo y del timple canario.

Antes de interpretar La raíz, quiso explicar la historia de la canción: la escribió mirando su isla desolada tras la erupción del volcán de Cumbre Vieja, cuya lava se llevó consigo un montón de bienes materiales y también sentimentales. Con una sonrisa en los labios anunció que esa canción ha sido nominada a los Latin Grammy en su categoría de mejor canción de cantautor. La gala se celebrará dentro de un par de semanas y, en ella, Valeria se medirá con artistas de la talla de Natalia Lafourcade o Silvana Estrada. La raíz fue el primer adelanto que se conoció de este debut discográfico que ahora está presentando en directo, y es uno de sus cortes más conocidos y apreciados, como demostró el público, cantándola a viva voz y dando palmas.

Después de entonar Un hogar, que compartía temática con la anterior, llegó un tramo más animado, cuando la artista canaria dejó su guitarra y, micrófono en mano, paseó y bailó sobre el escenario al son de canciones como Techo y paredes, que tiene algo de vals, y Perdón, cuyas percusiones remiten a su tierra o, también, a Latinoamérica. Cuídate la cantó quieta, tocando un pandero cuadrado. Con cariño y con cuidado, la canción que da título a su disco, fue el cierre de esa segunda parte del concierto, pues a continuación se quedó sola, sentada con su guitarra, para ofrecer una desnuda Cómo te voy a olvidar.

Regresó la banda para emplearse a fondo en Costura, quizás el momento de más estruendo de toda la velada. De ahí al final, Todo cambia, de Mercedes Sosa; la dupla formada por Abril y mayo y Costumbre, de nuevo bailables, y la hermosísima La corriente, con la que ensayaron el falso final. Dejó para los bises Guerreras, la canción que, según dijo, le daba fuerza para subir al escenario; se inspiró para escribirla en su madre y en su abuela, y con ella el público se puso en pie. Pocos fueron los que se sentaron ya en la última, Lo que siento, en la que la propia artista bajó a cantar al patio de butacas. Triunfó Valeria Castro, y lo hizo con todo merecimiento. Excelente voz, muy buenas canciones que exhalan el latido de folclore y enorme capacidad de conexión con sus seguidores.