Asusta escuchar eso de queEuropase prepara para unaguerra. Con lo bonito que seria sentir por fin que llega lapaz, para la que siempre estamos preparados. Lo sueltan altos mandatarios y analistas como quien habla de un cambio de tiempo.
Es evidente que se percibe una tendencia. Que el clima mundial está girando peligrosamente a la derecha y que el aire se está cargando de belicismos. Quizá la geopolítica y la historia nos lleve hacia ese panorama, cuando no otros intereses como los de la industria armamentística. Es cierto que a veces la disuasión es lo único que puede contener a quien está pensando en atacar al vecino. Ya lo acuñaron los romanos con su “si vis pace, parabellum”. De alguna manera era la tesis de Oppenheimer -cuya historia ha arrasado en los Óscar- aunque se dio cuenta demasiado tarde que los dirigentes iban a usar cualquier arma que se inventase. Por eso quizás suene muy ingenuo lo que voy a decir. Pero creo que lo que tenemos que preparar es la Paz y además prepararnos para ella.
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Porque como hemos visto en el caso de Ucrania y en otros conflictos, las guerras se sabe cuando empiezan pero nunca cuando acaban. Lo único seguro es que traen dramas humanos y crisis económicas. Y más tensión. Y acción-reacción. Esta tierra en su día fue un ejemplo claro del “No a la guerra”. Ya antes un ejemplo del movimiento insumiso. Entonces caló de forma trasversal en toda la sociedad. Pero ya no se habla de paz por eso hay que volver a sacar el pacifismo del armario del mundo. Las guerras no son como en los videojuegos. Muere gente de verdad. Sufren unos y otras. Las guerras traen más guerras y dejan un reguero de odio entre generaciones. Estamos a tiempo de cambiar los tiempos.