El problema de la inmigración es tremendamente complejo y debería ser abordado de manera global por las diferentes administraciones.

Pamplona es de hecho destino de muchos inmigrantes sin papeles. Nadie sabe cuantos entran y cuantos salen pero hay un flujo continuo. ¿Qué hacemos? Habrá que tener un plan de inclusión, una estrategia común.

Duele que haya gente que esté pasando hambre y que no tenga donde dormir. Lo cierto es que las políticas de acogida de Iruña no están gustando a las entidades que trabajan directamente con personas vulnerables que hablan de “parches”, “improvisación” y denuncian la “falta de criterios comunes” entre los servicios sociales de los diferentes ayuntamientos que dependen del Gobierno foral y las unidades de barrio. Estiman que hay 93 personas en calle y que el 19 de mayo cuando está previsto el cierre del albergue de ‘Damas’ serán 149. El Ayuntamiento por su parte ultima un plan de inclusión en el que viene a decir, en el borrador dado a conocer a los colectivos, que para trabajar en la integración de este colectivo hay que empezar por ofrecer recursos y oportunidades a los que llevan un tiempo asentados.

Los colectivos sociales en cambio buscan soluciones a corto plazo y alegan que, sin una alternativa habitacional digna, “los parches siempre serán insuficientes”. Aseguran en este sentido que en el nuevo albergue de las Damas Apostólicas no dejan entrar a los inmigrantes que acaban de llegar a la ciudad y que este recurso “lo han ido vaciando de forma escalonada”. “Personas que estaban en hoteles o pensiones han pasado al albergue, mientras que en Trinitarios hay al menos diez plazas libres y, aunque estemos a cuatro grados el protocolo de frío no se activa hasta que baje el termómetro a tres”, reiteran. Por lo tanto, inciden, muchos inmigrantes se quedan en la calle y sin acceder al comedor. Es el caso de M.B. que aprende castellano y que, tal y como admite a responsables del Punto de Información de Migrantes, “no puedo soportar dormir en la calle, tengo mucho miedo”.

Para ser derivados a las unidades de barrio de Pamplona las personas inmigrantes tienen que llevar un mínimo de cuatro meses de “estancia previa”, en realidad, “los mismos criterios que en el anterior gobierno municipal aunque haya algunas plazas más en el comedor (90 en total)”. “No se garantiza el empadronamiento y desde la administración se está generando constantemente márgenes de exclusión”, alegan. Añaden que incluso hay personas enfermas que por prescripción médica deben dormir a cubierto. Los colectivos calculan que hay decenas de personas en calle “sin padrón, sin trabajadora social es decir si acompañamiento, sin futuro.... y Derechos Sociales del Gobierno de Navarra es el principal responsable”, subrayan. Desde la comisión de escuelas solidarias del colegio público de Buztintxuri también informan de la situación de una familia sin papeles a la que han echado de su piso. “Sé que están en la unidad de barrio de Milagrosa y que han acudido a Extranjería para solicitar asilo, ahora duermen en un hotel de la Comarca pero el domingo les echan, “no se si vosotros podías ayudarles a tramitar la renta garantizada”...Los ejemplos se repiten. Sin empadronamiento (hay algunos ficticios en viviendas de particulares, otros en las propias unidades de barrio pero “tardan en hacerlo”) no hay tarjeta sanitaria, ni acceso a la renta garantizado o a la posibilidad de arraigo. Ha terminado el Ramadan y muchas personas en calle ya no tienen la cena de las mezquitas que les ofrecía la comunidad musulmana. Algo habrá que hacer.