Yolanda, Díaz, última víctima (a la hora de escribir estas líneas) de los malos resultados electorales del domingo: Si hubiera tenido que apostar, lo habría hecho a favor de su continuidad como líder de Sumar.
Mi composición de lugar era que, como prácticamente creadora del proyecto desde cero, no arrojaría la toalla tan pronto. Al fin y al cabo, apenas ha pasado un año desde su constitución formal como partido y solo diez meses y medio desde su primera participación en unos comicios.
Pero sospecho que, aunque hubiera estado en su ánimo seguir, la dureza de las palabras de buena parte de sus compañeras y compañeros de viaje en las últimas horas le ha hecho comprender que no merecía la pena mantenerse sobre una silla que se empezaba a volver potro de tortura. Una de las preguntas es si su dimisión resolverá algún problema.