Quienes han cumplido ya más de 40 abriles, pueden recordar las propuestas militares de Ronald Reagan conocidas como “guerra de las galaxias” que no llevaron a ninguna contienda, pero si construyeron un marco que se hizo impagable para la Unión Soviética, a la que consiguió jubilar como nación e instaurar por unas pocas décadas un nuevo imperio norteamericano.
Aquella propuesta de Reagan para una defensa espacial, ridiculizada por sus opositores políticos en EEUU y por los europeos escépticos, no llegó a materializarse nunca, pero sí fue útil: aumentó la presión económica para desmantelar la Unión Soviética, entonces el único y gran rival de Estados Unidos, que no podía hacer frente a tantos gastos militares y no tardó una década en desaparecer
Donald Trump, a quien muchos comparan y ponen en la liga de Reagan, ha lanzado una propuesta de la misma envergadura, en momentos en que EEUU es mucho más vulnerable militarmente, pues Rusia ha heredado y ampliado los recursos heredados del imperio soviético y se mantiene como gran potencia militar, a pesar de las limitaciones que se han hecho patentes en casi 3 años de guerra en Ucrania.
La propuesta de Trump, ahora que tiene como aliado al empresario espacial Elon Musk, podría llevar un nombre semejante al de entonces, pero de momento lo conocen como “escudo de hierro” para proteger a un país como EEUU, extenso en superficie principal y en territorios esparcidos por el mundo, además de sus compromisos en todo el planeta, desde la OTAN en Europa, el ASEAN en Asia y el AUKUS Australia.
EEUU es hoy mucho más vulnerable que en la época en que se establecieron estos pactos, no tiene la superioridad militar relativa de hace 45 años ni sus recursos naturales son ya abrumadoramente mayores que los de sus posibles enemigos. Pero desde el punto de vista económico, igual que del militar, las propuestas de Trump tienen sentido: a la hora de pagar, Estados Unidos ya no es relativamente tan rico como lo era hace 80 años y los países a los que ayudó a salir del pozo después de la segunda guerra mundial son hoy mucho más capaces que entonces de pagar por sus gastos militares
En las décadas de paz transcurridas, sus aliados han ido avanzando en arsenales militares y teóricamente están mejor preparados para resistir las embestidas de cualquier enemigo… aunque está por ver hasta dónde las democracias occidentales, habituadas a la ayuda que EEUU les ha proporcionado hasta ahora, pondrían en peligro las vidas de sus jóvenes y el bienestar al que están acostumbrados para aumentar su participación en la defensa mutua.
Trump no les deja mucha alternativa al decir que no defenderá a sus aliados si no contribuyen a los esfuerzos armamentistas y a los planes estratégicos
Es un desacuerdo que sin duda agrada en Moscú, Pekín o Corea del Norte, los países que más probabilidades tienen de enfrentarse a las huestes de Trump, pero seguramente no hace perder el sueño en las almohadas de París, Londres o Berlín, pues cuesta imaginar que Estados Unidos no defendería el sistema militar occidental, tan ligado a las bases económicas en que se basa el poder de Washington.