Alejandro Blanco renueva su cargo de presidente del COE (lleva en él desde 2005) a sus 74 años (se ve que el movimiento olímpico español anda escaso de savia nueva) y, en vez de explicarnos su plan para que España deje de hacer el ridículo en el medallero olímpico –la cuarta parte de metales que Francia, la tercera parte que Italia, la mitad que Países Bajos o Hungría...–, nos cuenta que una de sus prioridades vuelve a ser que Madrid acoja unos Juegos Olímpicos.
Los expertos calculan que los tres recientes intentos –2012, 2016 y 2020– costaron 6.500 millones de euros, pero Blanco no se rinde. Es lo bueno de disparar con pólvora del rey (o, en este caso, de los contribuyentes), que no hace falta economizar tiros. Con lo necesarios que son unos Juegos en este país y en su capital para captar turismo, que apenas viene nadie... ¿Para qué invertir en deportistas pudiendo hacerlo en esos saraos?