Cuando no hay forma de arreglar un problema, éste exige una reforma, y no suele ser fácil ponerse de acuerdo, pues dar con la forma adecuada al haber disparidad de criterios, se forma un dilema al surgir aquéllos que discrepan y, en consecuencia, proponen una contrarreforma.

La más famosa fue la respuesta de la Iglesia a la reforma protestante de Martín Lutero, pero ésta nada tiene que ver con la reforma de la Constitución, que es la que tienen en estudio los dos grandes partidos, que antes de pronunciarse en qué va a consistir, ya han salido varios protestantes manifestando que irán en contra de la reforma. No sé de qué estáis hablando, pero me opongo. Suelen darse con frecuencia este tipo de ciudadanos, con los que no es fácil entenderse y dificultan la forma de llegar a un entendimiento. Formar gente capacitada, que sepa dar forma a los problemas, ha de ser prioritario, dado que mientras no exijamos una formación adecuada, no habrá forma de entenderse.

La disconformidad es congénita en el ser humano. Le preguntaron a Mahatma Gandhi cuáles eran los factores que destruyen al ser humano y respondió así: "La política sin principios. El placer sin compromiso. La riqueza sin trabajo. La sabiduría sin carácter. Los negocios sin moral. La ciencia sin humanidad". Y algunas cosas más, para terminar diciendo que la vida es como un espejo, que si sonríes el espejo te devolverá la sonrisa, y que la actitud que tomes frente a la vida es la misma que la vida tomará ante ti, concluyendo, ¡que el que quiera ser amado, que ame!