La pasada semana vivíamos en Tierra Estella el trágico accidente en el que perecieron tres jóvenes. Dos de ellos, Xabi Flores y Chechu Almendros, de nuestra ciudad.

En estos momentos de tan inenarrable dolor para los padres, parientes y amigos, todas las atenciones de quienes han de gestionar el óbito: médicos, forenses, psicólogos? son imprescindibles, especialmente hacia la familia más cercana, algo que no ha sucedido en este caso.

Quien se hizo cargo en primer lugar de recoger a los padres y darles la noticia no fue ningún representante de la Administración. Les hicieron permanecer en la calle, a las puertas del anatómico forense, desde ese mediodía hasta las 10 de la noche, sin facilitarles ninguna información.

El equipo de psicólogos, inexistente (a pesar de que la prensa reflejó que las familias estaban siendo atendidas por profesionales de psicología). Hasta última hora de la noche no se les permitió ver a sus hijos, y aún así, durante el margen escaso de diez segundos. Los restos mortales llegaron al tanatorio a las 12.30 de la mañana siguiente, con el consiguiente desasosiego de las propias familias.

Creo sinceramente que es una forma deplorable de asistir a quienes están pasando por un trance de semejante magnitud. Desconozco si existe un protocolo y no fue cumplido, o si este no se ha establecido, pero una mínima atención humanitaria, que evidentemente cuesta tan poco y ayuda tanto, debería ser primordial en estos casos.

Espero que la desafortunada experiencia que vivieron las familias de Xabi y Chechu sea la última, y que los responsables tomen buena nota para que este abandono no se vuelva a repetir.