Nada nuevo. Ni la comparecencia del portavoz del Gobierno de Navarra, señor Sánchez de Muniáin, ni la carta publicada en prensa hace unos días por el señor Morrás, consejero de Función Pública, añaden ninguna novedad a lo que ya sabíamos: al Gobierno de UPN lo único que le interesa es quedarse con los salarios que sus empleados han ganado legítimamente con su esfuerzo y su trabajo. Por más que se empeñen en revestir su penosa actitud con argumentos de legalidad, lo cierto es que desde el principio solo hemos percibido por su parte la intención de quedarse con nuestro dinero. En ningún momento les hemos visto manifestarse contrarios a una Ley del Gobierno Central (el Real Decreto Ley 20/2012) que a todas luces resulta injusta, ni tampoco defendiendo las competencias de Navarra y de ese Fuero con el que tanto se llenan la boca, pero que a la hora de la verdad su defensa se queda en agua de borrajas.

Y lo más elocuente, todavía no les hemos escuchado iniciativa alguna en la búsqueda de una fórmula que, en cumplimiento de ese Real Decreto Ley 20/2012 que dicen no querer contravenir, posibilite recuperar (tal y como se recoge en esa Ley) "las cantidades derivadas de la supresión de la paga extraordinaria y de las pagas adicionales de complemento específico en ejercicios futuros mediante aportaciones a planes de pensiones o contratos de seguro colectivo que incluyan la cobertura de la contingencia de jubilación", ya que en el caso de la Administración Foral de Navarra, y a diferencia de otras administraciones del Estado, no existen dichos planes de pensiones para el personal a su servicio. Es evidente, pues, que el Gobierno de Yolanda Barcina no tiene intención alguna de devolver el salario a sus trabajadores. Todo un modelo el de este Gobierno de UPN: "mi nefasta gestión, que la paguen mis trabajadores".