Entiendo la política como pasión pero cuando lo pasional da paso a la violencia física estamos en la sinrazón y no tiene justificación y menos en el ámbito municipal donde las distancias y las relaciones son cortas. Esto ha pasado en Uharte con el concejal de Cambiando Huarte/Uharte Aldatuz, el señor Espinosa, un personaje que a lo largo de la legislatura ha dado motivos para la preocupación por su dialéctica violenta contra los concejales de todo signo, especialmente con los partidos que representan el cambio en Uharte, Geroa Bai y EH Bildu y curiosamente con quien más ha coincidido en la mayoría de las votaciones causando estupor ha sido con el PP.

Ha pasado de lanzar un mensaje de renovación a practicar una verborrea populista reaccionaria aprovechando cualquier nimiedad para lanzar su cruzada personal contra el alcalde y su exitosa gestión con el tema Areacea, con expresiones barriobajeras y tabernarias. Parece que la concejalía que ostenta, para él más que un servicio para el pueblo, es una lanzadera política para sus intereses.

Un personaje con estas características y este comportamiento no puede representar ni participar en la gestión de nuestro Ayuntamiento, por eso, somos numerosos los vecinos y vecinas, gente de bien que vivimos en Uharte y sabemos cómo funcionan las cosas, que pedimos la dimisión como concejal del señor Espinosa y nos libre de su presencia tóxica en la política municipal de Uharte. Dentro de poco habrá nuevas elecciones municipales y la ciudadanía pondrá a cada uno en su sitio, mientras tanto, rebajemos la tensión trabajando para el bienestar de Uharte y sus gentes.