La dinámica del concurso consiste en adivinar una palabra en la cual un grupo de niños son los encargados de dar las pistas. Concursan dos parejas formadas por un famoso y un concursante que había escrito al programa.

La forma de puntuar es mediante el gallifante, un animal imaginario creado por María Chivite y Javier Esparza, mitad gallo, mitad elefante. A medida que los concursantes aciertan los conceptos definidos por los niños van ganando gallifantes (votos) que al terminar el programa son cambiados por un premio en metálico para el concursante y, en algunas etapas, se destinaba también a una organización sin ánimo de lucro. No es un programa de traición, como por ejemplo ir al Senado o a los parlamentos, es sumar de alguna manera, no restar ni dividir...

Yo sigo con lo mismo, diciendo lo repetitivo, me da igual, a mí me colocas de relaciones institucionales o de colocar bien la botellica de agua en una conferencia y en el fondo estoy tan contento.

Anda que no ha habido nombres, las señoras Lola Eguren, Cristina Sanz, Amelia Salanueva, Nieves Ciprés... No sé por qué solo recuerdo a mujeres, será por que soy un hombre, elefante.

¿Es momento de bajar impuestos?, seguro que sí, pero también es momento de centrarse mentalmente y de no hacer de la bruja avería.