Nunca se habló tanto de política. Nunca tuvimos tantos políticos. Nunca se discutió tanto de política. Nunca la política estuvo tan confusa. Nunca estuvo tan bien retribuida. Nunca oímos descalificarse tanto a nuestros políticos, si bien hay que reconocer que nunca se enfadan entre ellos, por muchas barbaridades que se digan. Nunca debió haber tantos partidos políticos, y debieran refundirse en dos, derechas e izquierdas, por ejemplo, al igual que en USA, son republicanos y demócratas, y en Gran Bretaña, laboristas y conservadores. Nunca tan pocos tuvieron tan preocupados a tantos. Nunca hicimos tantas cábalas y conjeturas, sobre el resultado de la elección. Nunca pensamos que un país podía funcionar sin gobierno, si bien se dice en “funciones”. Como acabará esto, no lo sabemos, porque a los políticos no les entenderemos. Nunca.