¿Realmente tenemos claridad en entender la complejidad de las distintas justicias como la española y la europea? Acabamos de enterarnos de dos sentencias , una en la CAV por el caso de Miguel, condenando a once burukides del PNV de Álava por delitos cometidos hace 10 años; y otra de fecha 19 de diciembre que viene del TJUE en Luxemburgo y que recuerda la inmunidad parlamentaria de Oriol Junqueras para ejercer su trabajo de europarlamentario en Bruselas. Son dos sentencias de distintos tribunales, pero las dos son de obligado cumplimiento. Esperemos que la ejecución y cumplimiento de las dos se lleven a cabo cuando lo estimen los jueces y magistrados competentes. España necesita que la justicia y la política estén separadas, como indica la Carta Magna, para que todos los poderes hagan su trabajo con total independencia y esto hasta ahora es muy discutible, como lo resumen en muchas encuestas cuando se tratan los problemas más prioritarios de la ciudadanía en la que resaltan: la justicia, la corrupción, el paro y la formación del Gobierno central, entre otras. La justicia y la corrupción son un verdadero problema porque la ciudadanía estamos viendo todas las semanas casos de malversación, prevaricación, fuga de capitales a paraísos fiscales... Los casos de los ERE de Andalucía, de Madrid con la Gürtel, Bankia, Púnica, las comisiones del 3% de los Pujol en Cataluña y ahora en la CAV... no contribuyen a la tranquilidad y credibilidad que sería deseable. Por consiguiente, exigimos a todas las autoridades políticas y judiciales del Estado y de las autonomías que se dediquen a vigilar, controlar y, en su caso, a enjuiciar a los corruptos, ladrones, prevaricadores y extorsionadores para que este país empiece a estar a la altura democrática y de libertad que nos corresponde.

Antonio Garamendi, presidente de la CEOE: “Subir el salario mínimo interprofesional (SMI) a 1.000 euros en 2020 sería una barbaridad”. José Ángel Corres, presidente de la Cámara de Bilbao: “Una nueva salida del SMI hasta los 1.000 euros puede provocar destrucción de empleo”.

De un tiempo a esta parte tenemos que escuchar día sí y día también declaraciones de este tipo cada vez que se propone subir el SMI y el abajo firmante está hasta las narices de esas lindezas. ¡Con lo guapos que estarían con la boca cerrada!

Desde estas líneas les propondría a los señores Garamendi y Corres que dejen de cobrar sus cuantiosos sueldos y aprendan a vivir con 1.000 euros al mes; seguro que se lo pensarían dos veces antes de realizar semejantes afirmaciones, que rozan lo grotesco y lo indecente. Es muy fácil pedir sacrificios a las clases más desfavorecidas cuando ellos cobran un verdadero dineral.

Han tenido una gran oportunidad de tener la boca cerrada y no la han sabido aprovechar; el refranero es sabio: “en boca cerrada no entran moscas” y “consejos vendo que para mí no tengo”.