La cabra de la Legión no es cabra, es carnero. Estuvo muy acertado aquel diputado que dijo en la sesión de investidura que a los de la derecha, liberales y ultras solo les faltaba llevar la cabra al hemiciclo; pero estaba equivocado, porque era presente en forma mascota de la legión: de oso, de mono, de loro (al que los guerreros legionarios enseñaban a escupir palabras soeces), en forma del bilbaíno Abascal.

La cabra es un animal noble, elegante, ágil, ligero y duro, que posee la virtud de limpiar el monte y convertir las zarzas y las ortigas en leche. Todo lo contrario del jefe de los fachas. Como a sus colegas navarros, la cara les delata. Los tiempos cambian y estos pobres loros no se han enterado o no les interesa. El tiempo lo dirá, pero creo que tienen menos futuro que un burro en un melonar. Biotzean dagoena, mihira irten. Lo que está en el corazón, sale de la lengua.