La bomba de neutrones, continuadora aún más bruta que la espantosa bestialidad de la atómica, la "bomba tónica", como en broma decía mi recordado Alfonso, es un artefacto que los amigos del sucio y asqueroso negocio de la guerra y la muerte califican de arma "limpia". Sus efectos consisten en que mata a los humanos, a los animales también, y respeta los edificios por si algún fondo blackstone pudiera luego hacer caja. En esta penosa travesía del desierto, como cuaresma sin pan y chorizo pamplonica, ocurre igual: te asomas y ves calles y plazas desiertas, vacías cual botellas de plástico vacías, huérfanas del ruidoso saludo de amigos y de la risa feliz de niños que sueñan volar en el columpio, silenciosas y sombrías como una fatalidad. Solo a medianoche, aunque para eso hay que valer, se puede escuchar hablar bajito a la tierra, rumorosa y fresca, suave, pausadamente. Enviamos ingenios de ultimísima generación a los confines de la galaxia, lo mismo más lejos, y sacan fotografías nítidas, perfectas, se pasean por Marte y hacen otras cosas impensables a poco que se mire atrás, y un bichito pendejo que no se sabe muy bien de dónde ha salido, nos obliga a encerrarnos, en clausura todos quietos e imaginando algo en que entretener esta forzada inactividad. Unos dicen que brotó en China y estos que se la llevaron los yanquis creada en sus laboratorios bacteriológicos para jorobar a los chinos, casualmente los mayores poseedores de la deuda externa norteamericana.-¿Oiga, y lo de la bomba esa es cierto?-Pues claro, si lo trae hasta la Wikipedia. ¡Cállese y preste atención!Una bomba de neutrones explota poco pero rinde mogollón, hasta siete veces más radiación que la atómica y la consecuencia práctica (¿?) es que produce el mínimo daño a estructuras y edificios, pero mata todos los seres vivos. La inventó en 1958 un tal Samuel Cohen, físico estadounidense, también es casualidad, que se empezó a secar en 2010 y se quedó tieso como la cecina. En la guerra de Vietnam, Estados Unidos gastaba, o sea, invertía, 7.100 millones de pesetas al día, el 55% beneficios antes de intermediarios, una bagatela. En Yemen van siete años de guerra y en Siria diez martirizando y matando cientos de miles de inocentes, repugnante negocio que como queda lejos no nos hace ni cosquillas. Y la que más manda en el Fondo Monetario Internacional, madame Lagarde, imputada por corrupción en 2014 en Francia, escupe que la gente mayor sobra, que es mucho gasto y uno, ni sí ni no a las teorías de la conspiración, pues que sospecha porque en las casualidades gran confianza tampoco tiene.Lo único claro en esta bronca, que el tremendista Ferreras cuenta cada mañana como el acabose desde las trincheras de Stalingrado, es que el sector que va a salir fortalecido, reconocido y valorado es el de la sanidad pública, gratuita y universal dejándose hígado, alma, corazón y vida. Mientras la otra, los dueños, no los profesionales, hace mutis por el foro y con descarada ninguna vergüenza, esconde la patita y reduce plantilla porque, claro, el negocio es el negocio y si no hay pues que no juega, y la oposición criticando y que ellos lo harían mucho mejor, que por eso se anticipaban al virus con unos hachazos y unos recortes que pa'qué.Pues eso, que paciencia y barajar y aquí paz y después, gloria. Eso sí, el día que nos den suelta esto va a parecer El Sadar o las carreras del encierro de San Fermín, que por cierto igual tampoco.