Hace ya unos meses que empezó esta locura, ya estamos medio acostumbrados. Una situación apocalíptica y surrealista que nos ha llevado al límite. Parece que empieza a pasar, ya podemos salir a pasear y mi mente tiende a olvidar todo lo ocurrido, los malos ratos… parece y parecerá un sueño. ¿Pero... debemos dejarlo en el olvido como si de un mal sueño se tratase? Creo que es necesario reflexionar un poco sobre lo que hemos vivido, cómo hemos gestionado nuestras emociones, qué hemos aprendido, qué hemos echado en falta, qué hemos apreciado de verdad, qué es lo importante en tu vida, cómo la quieres vivir… Es hora de reflexionar, anotarlo para no olvidar. Para que esas promesas que nos hemos hecho no caigan en saco roto. Sin distinción de sexo, raza, país… este mal acecha a todos por igual.Por unos días nos hemos sentido un todo, unidos, solidarios, hemos creado, inventado, nos hemos superado a nosotros mismos. Nos hemos sentido vulnerables, solos, con miedo, abrumados. Pero también fuertes, acompañados, cercanos y solidarios. Sería una fatalidad el olvidarlo como si fuese un mal sueño.Esta experiencia debería enriquecernos de alguna manera, sacar algo en limpio. Recordar que todo se olvida. Tus intenciones, tus buenos deseos, tus descubrimientos, lo que te ha abierto los ojos… no debe ser olvidado, debe ser recordado y anotado para poder volver a este tú actual siempre que lo necesites. Cuando te sientas deshumanizado, estresado, saturado…Las vidas robadas de miles de personas. También las de nuestros mayores, que somos lo que somos gracias a ellos, no nos tiene que permitir caer en lo mismo, en continuar la vida como si nada hubiera sucedido. Los esfuerzos de profesionales, la solidaridad, la unión… ¿Y tú? ¿Qué has aprendido? ¿Cómo va a cambiar tu perspectiva respecto al mundo, respecto a las personas que encuentras en tu camino? Deseamos volver a la normalidad. Me gustaría volver con una versión mejorada de mí misma. Una versión mejorada del mundo sería un sueño hecho realidad. Este sueño lo podemos cumplir entre todos, simplemente con nuestra actitud frente a la vida y frente a esa persona que se cruza en nuestro camino.La responsabilidad o la toma de decisiones no recaen únicamente en los políticos, sino en cada uno de nosotros. Todos juntos, con nuestros pequeños grandes cambios podemos conseguir ese sueño, esa versión mejorada del mundo.