En principio el haber conseguido 140.000 millones de euros para las arcas del Estado es una buena noticia y más en los tiempos de la pesada y seria pandemia de la covid-19. Según parece, la mitad de esa cantidad es a fondo perdido y la otra mitad estará sometida a ciertas reformas que a mí me parece que van a ser “recortes” en toda regla, como ya les ha ocurrido a otros países como Grecia hace 5 años. De todas formas, como se suele decir, “menos dá una piedra”, pero habrá que leer bien la letra pequeña y ver en qué condiciones los países del norte llamados frugales han cedido a dotarnos con esa cantidad de miles de millones. Las instituciones, los partidos políticos, los sindicatos y las organizaciones empresariales ya están movilizados tratando de pescar, como no podía ser de otra manera; esperemos que el control, la prudencia y cierta austeridad, lleven al Gobierno a invertir ese dinero en las cuestiones más necesarias para el país, como son: la creación de empleo, rebajar el paro, cobertura a los parados y de larga duración, sanidad y dependencia, entre otras de calado y de carácter social. Alguien ya comenta que las pensiones van a quedarse estancadas y que los funcionarios van a ser un poco otra vez los paganos. Yo creo que este Gobierno cometería una “gran torpeza” si corta o pone más palos en las ruedas, al progreso y a la igualdad más justa y equitativa de las personas, sin que nadie se quede atrás. Ya que la UE ha tenido ese detalle, nuestro país y nuestro Gobierno deben hacer bien su trabajo y gastar ese dinero en lo que es más prioritario y fundamental, con trasparencia, con acierto y con toda la información debida y a tiempo.