Las personas arrendadoras de los pisos de estudiantes son como los suegros y suegras. Tú no los eliges, son personas que vienen de serie con lo que será tu nueva etapa. Por una parte, están los deseados. Aquellos y aquellas con los que mantienes una relación formal porque dicha persona es un vínculo importante en determinado momento de tu vida. Además, hay casos en los que incluso puedes llegar a compartir un grupo de whatsapp en el que recibes un mensaje por su parte una vez al mes con alguna receta no muy sabrosa. Pero, por otro lado están los que ni se molestan en conocerte hasta que no surge un evento importante como el interés económico y los problemas. La estrategia es la clave: te pintan la experiencia como la mejor de tu vida hasta que el matrimonio termina y tu cartera se convierte en el Banco de España sin comerlo ni beberlo.