No vamos a echar leña al fuego en este preámbulo afirmando que lo de la lotería navideña es también un proceso vírico que nos ataca por estas fechas. Ni vamos a echar tierra a un negocio como es la compra de este número de tan buena planta. Aunque coger un 06.600 -este que tenemos de Baztango Gorriek- sea, en conciencia, como echar cartas, como echar por echar. Han salido aprobados a comienzos de diciembre los Presupuestos Generales y algunos taimados acusan al Gobierno de echar un remiendo a la vida, de echar un borrón a la convivencia. Yo no sé si lo que intenta la derecha, a fin de cuentas, es echar agua al mar de la retórica, sin el trabajo de hacer las cuentas. Nos dicen los politólogos que la situación institucional está como para echar a correr, pero sabemos ¡y de qué manera! que las personas somos las que nos vamos tarde o temprano y que son las instituciones las que se quedan, las que realmente tienen vocación de permanencia. Pero nada es inmutable sobre la faz de la tierra y por eso yo creo que ni hay que echar a correr ni hay que echar el muerto a otra puerta. En fin, que respecto a nuestra preocupación al no encontrar en el verbo echar acepciones que signifiquen faltar o carecer de algo te citaré el “echar en olvido una cosa”, aunque los franceses no dudan en concretar la idea y llegar a traducir la frase de esta imaginativa manera: “Mettre quelqu’un au rang des péchés mortels” (poner a alguno en la fila de los pecados mortales). Y aunque la concreción no siempre acompañe a la claridad de ideas, este algo impreso en el espíritu de nuestros vecinos me hace admirar a los escritores que cuando escriben dan la sensación de estar echando un clavo a la rueda de la fortuna. Mientras que aquí en España seguimos insistiendo en lo nuestro, o sea, en el “échale guindas al pavo que yo le echaré a la pava azúcar, canela y clavo”. Un abrazo. Y no decidamos echar la casa por la ventana estas Navidades ahora que la ventana es lo único que dejamos abierto sin temor a que pase factura el coronavirus. Que nos conformemos con echar el cerrojo a este 2020.