La paranoia de Trump se habría agravado al verse afectado por el llamado "síndrome de hydris" citado por el médico y político inglés David Owen en su obra The Hybris Syndrome: Busch, Blair ant the Intoxication of Power. Dicho término procede de la palabra griega 'hybris', que significa desmesura y que tendría su paradigma en el intento de aplicar la Ley de Insurrección que conllevaría la utilización del Ejército que se enmarcaría en su lema electoral (The President of Law and Order). Sin embargo, tras el asalto al Capitolio por los seguidores arengados por un Trump totalmente enervado, se habría abierto un nuevo frente para intentar declarar a Trump "inestable mental" y aplicar la Enmienda 25 de la Constitución que dispone la sucesión del presidente "si el vicepresidente y la mayoría de su gabinete considera que está mental o físicamente inhabilitado para ejercer su cargo". Dado que Trump se niega a aceptar los resultados de las elecciones y continúa alimentando la teoría del fraude electoral, el establishment republicano abandonará a su suerte a un Donald Trump aislado en su Torre de Marfil que quedará a merced de los futuros procesos judiciales que le aguardan, no siendo descartable que Trump esté negociando en secreto con Biden para conseguir el perdón presidencial que le exonere de posibles cargos judiciales a cambio de reconocer su derrota.