Madrid ha revalidado su feudo de derecha y a pesar de la pandemia, de día laborable y lectivo, el PP ha doblado sus votos y podrá gobernar sin la ayuda de Vox hasta las elecciones de 2023. Además de arrasar en votos y escaños a la asamblea de Madrid, han conseguido que Pablo Iglesias deje todos los cargos y que Ciudadanos no obtenga representación. Toni Cantó lo va a tener duro, aunque la bondad y la atrevida presidenta seguro que le encuentra un hueco donde pueda desarrollar una labor adecuada y un sueldo apañao. Todos los que votamos a la izquierda (que no al PSOE) nos hemos quedado atónitos, pues esperábamos que el PP fuese ganador de estas elecciones, pero jamás hubiésemos pensado ese resultado tan grande. El PSOE ha sido el gran perdedor de esta vuelta y tanto los socialistas de Madrid como a nivel nacional tendrán que repasar su historial y ponerse las pilas porque las cosas "pintan bastos". Acabo de enterarme de la dimisión del secretario de los socialistas madrileños José Manuel Franco y algo más veremos estos días. De todas formas, esa esperada derrota de la izquierda viene por la desconfianza entre los grupos como PSOE, U-Podemos y Mas Madrid que en precampaña ya apuntaban malas maneras de unión y apoyo. En cualquier caso Madrid y casi dos millones de sus habitantes han demostrado que son capaces de cualquier cosa y aunque Isabel Díaz Ayuso no sea la presidenta perfecta, las cosas que dice y hace son muy bien acogidas por su gente, 65 escaños y millón y medio de votos para el PP. A ver cómo sigue con la política, si las privatizaciones y los recortes bajan de nivel y veremos qué acciones van a emprender tanto Pablo Casado como su secretario Teodoro García Egea, hasta ahora el circo y la bronca en el Congreso han sido sus señas de identidad y los ciudadanos necesitamos políticos que gobiernen bien y ayuden por igual a todos los españoles.

El autor es Militante de IU