Mi proveedor de energía eléctrica emplea 4 líneas de su factura para los datos de la factura de electricidad; 6 líneas para el resumen de la factura; 13 líneas para los datos del contrato; para la información del consumo eléctrico, 7 líneas y un cuadro estadístico por meses; el destino del importe de la factura ocupa 7 líneas y un quesito estadístico y añade, todo ello en su primera página, 13 líneas bajo el epígrafe Información sobre reclamaciones. Total, 50 líneas.En su segunda página, bajo el título Desglose de la factura, emplea 40 líneas para 4 capítulos, 5 conceptos y 20 subconceptos detallados y valorados con sus precios; unidades de consumo a la izquierda, precio de la unidad en el centro y el importe correspondiente a la derecha.Todos los meses, todas las facturas, la misma estructura. Cerca de 100 líneas, igual para 9,79€ que para 111,05€. Solo comparable a una certificación de obra en la rama de la construcción. Todos los meses tal profusión de datos para no aclarar nada. Porque, viendo tu factura, ¿tienes claro que te están cobrando parte de esos beneficios extraordinariamente astronómicos de los que el Gobierno va a detraer una parte?Viendo tu factura, con más detenimiento esta vez, ¿tienes claro la parte de pasta gansa que se levantan exministros, expresidentes y exaltos cargos de los gobiernos? ¿Ves en algún apartado de las 100 líneas, aunque sea entre paréntesis y en tipografía minúscula, la parte del león que se van a llevar cruda los directivos de la propia empresa durante su vida laboral y en el momento de su prejubilación? No me digas que no, mira bien, hombre. Estará escondido, pero estará. Seguro.Primera página, destino del importe de la factura, aquí tiene que estar. En el quesito: Energía 52,7% y Cargos 18,6%. Y más abajo, “La energía incluye, entre otros...”. Y “Los cargos incluyen fundamentalmente...”. Pues ya está. Te lo decía. “Entre otros” y “Fundamentalmente”. Esas son las claves de la factura de la luz. El resto, paja.