Las calles de este barrio son particulares, cuando llueve se encharcan más de lo normal. ¡Ahora para pasar, tienes que saltar, pues charcos y más charcos han dejado al terminar!Lo anecdótico es que en el siglo pasado, trabajaron en estas calles con procedimientos rudimentarios y manuales. Pero solo dejaron algún charco, si llovía mucho.Si has entonado la letra de la canción, ahora viene "agáchate y vuélvete a agachar". Que las arquetas se oxidan, el asfalto se levanta, pero van con el color de las pinturas de la zona. "De la que sí recaudan". Y tanto a vecinos como comerciantes, nos cobran pero no perdonan."La oposición", es muy coloquial, 14 días después del final de obra. Con carteles por el barrio, critican las obras realizadas por su y nuestro propio ayuntamiento."H, I, J, K, L, M, N, O", que si tu no lo quieres, no lo hagas para los demás. "Suena a crítica socarrona". Pero como vecino y haciéndome eco de las tertulias de barrio, puedo transmitir que, tanto el alcalde como la Mancomunidad y la oposición, se merecen un apoteósico 0 por estas obras. Pasando a otro tema musical. Al final, las obras pasan y ahí se quedarán, lo tendrán que mejorar; pero el costo para los demás. Se puede decir en euskera o castellano, pero los charcos y el gasto posterior se omitirá. La vida sigue igual.Y poniendo punto final. Digo: que este es el ilustre barrio que dio y da vida a Pamplona, uno de los que más aporta, del que me siento orgulloso y al que quiero. Y para el que solo solicito, para futuras obras o mejoras, respeto.