La pizpireta musa de la revolución permanente revisable neoliberal y de las jons viene a la cuna de los paletos, no se sabe si a iluminarnos con sus chiripitiflaúticas ocurrencias o en busca de nuevos territorios para la ineludible ampliación de las terracitas hosteleras de la villa y corte madrileña. No le han de faltar bares y garitos donde eludir encuentros inesperados con su ex, máxime teniendo en cuenta que el ganado con el que alterna la susodicha lideresa elegirá destinos más glamurosos y exclusivos que las aldeanas tascas de esta tierra.Invitada por el lobby Institución Futuro, un think-tank que preconiza la eliminación de los impuestos, impartirá una conferencia sobre política económica regional, cosa en la que parece estar ampliamente versada, dada la experiencia familiar en conseguir pingües beneficios triplicando el coste de las mascarillas, rebajando los costes de la Sanidad eliminando las consultas médicas de los ancianos geriatrificados o economizando hospitales sin quirófanos. Tantos años los alquimistas devanándose los sesos en busca de la piedra filosofal para convertir el plomo en oro y, ahora, los cazurros provincianos al norte del Ebro tenemos la inmensa fortuna de que nos cuente cómo sacar dinero de las piedras.Nada como presidir la capital de España, que es España dentro de España y todo es España, para darse cuenta de la inutilidad de las ideas identitarias y el desvarío de los sentimientos localistas de patria chica y, a la vez, reivindicar la importancia de airear la enseña nacional para que luzca en las calles, en los coches, en los despachos, en las protestas, en nuestros cuellos y muñecas, en la indumentaria y hasta en nuestra ropa interior... bueno, en los calzoncillos y las bragas igual no es muy conveniente llevar la rojigualda, no vayan a decir que nos la pasamos por la entrepierna, que ya se sabe: donde hay uso en exceso hay abuso.