El pasado fin de semana vi el partido de pelota Ezkurdia-Zabaleta o Zabaleta-Ezkurdia, tanto monta monta tanto, y me emocioné como un crío. Eso es luchar, sufrir. Como en todo deporte, normalmente se sale a ganar. Perder algunas veces es más meritorio que ganar. Lo del sábado fue bestial. Deberá aparecer en los anales de la pelota. Dos gigantes del deporte demostraron la dignidad y la valía de ese deporte, de nuestro deporte: la pelota. Genial. Los que jugamos a pala porque las manos no soportan tanto, admiramos lo que no podemos. ¡Gloria a los luchadores!