sto no es una canción. Ojalá lo fuera. Pero no. Esta es la realidad que sufren miles de mujeres que padecen, como yo, una enfermedad que se llama fibromialgia.

La fibromialgia es una enfermedad crónica caracterizada por un dolor intenso prolongado por todo el cuerpo. Afecta a músculos, tendones y tejidos blandos. Reconocida por la OMS en 1992. CIE-10. Código M79.7

Quisiera hoy ponerles voz a estas mujeres, porque siento que demasiadas veces no la tienen.

La fibromialgia afecta a entre un 3 y un 6 por ciento de la población. Un 95 por ciento de las personas afectadas son mujeres.

La sentencia de un juzgado de Pamplona recoge recientemente que un hombre de 43 años no puede hacer ninguna actividad por padecer fibromialgia.

Me alegro muchísimo por él. Me alegro muchísimo por todas las personas afectadas. Crea un precedente muy importante.

Quisiera sin embargo decir que las mujeres con fibromialgia no somos noticia. No salimos en la prensa diaria, aunque seamos la mayoría. Sufrimos la incapacidad absoluta cada día.

“Hoy no me puedo levantar. Me duele todo. No siento mis manos. Están agarrotadas. El costado me duele muchísimo. He dormido fatal, apenas cinco horas”.

“Tengo mal día. Lo siento, chicas, hoy no puedo ir a la piscina”.

“Si me siento o me acuesto, las piernas no paran de moverse. Me cuesta 2 horas prepararme. No puedo”.

“Chicas, hoy me voy a la fisio. A ver si me operan ya”.

“Había quedado con mis hermanos para comer. ¡Como no vayamos a un chino...! Hoy también tengo diarrea”.

“O tienes pasta para ir a la privada o nada. Ya, pero ir a Barcelona cuesta mucho dinero”.

“A mí no me hacen ni caso. Llamo y la médica de familia me dice que es la fibromialgia. No me ha visto”.

“Ya, chica, yo llevo 2 meses de baja otra vez. No, no me van a dar la incapacidad. A mí, no. Fíjate en mi rodilla. Eso no puedo hacerlo. ¡Qué va! Ya no puedo más”.

“Un bastón. ¿Por qué no te compras un bastón? Caminarías más segura”.

“¿Mi marido? No, ya me dice. Pero, mira, hoy los nietos a comer. ¿Tú crees que se dan cuenta de cómo estoy?”.

Intento reflejar conversaciones de vestuario, wasaps de mis compañeras de asociación. Intento reflejar también mi propia realidad, la que tengo desde el año 96.

Somos muy valientes. Demasiado valientes. Mujeres que sufren y callan porque demasiadas veces no sirve de nada hablar. ¡Para qué!

Muchas veces estamos a punto de decir que pare este tren. Que queremos bajarnos. Porque cuando todos los días te duele y te duele es imposible no estar deprimida.

La sanidad pública ya nos había abandonado antes de la pandemia. Ahora, simplemente, no existimos. Solo existe el covid. No se atiende y no se investiga. No se dedican recursos humanos ni materiales para atender esta enfermedad.

El Ayuntamiento de Pamplona ha concedido a nuestra asociación, FRIDA, un local en Buztintxuri. Un local vacío y sin acondicionar. No tenemos dinero para hacer algo en él. En este momento nuestra documentación se desparrama por trasteros varios de varias socias. Nuestro dinero se va en subvencionar gimnasia en el agua, psicoterapia y fisioterapia. En lo más urgente para paliar nuestro día a día.

Sin embargo, a pesar de todos los pesares, muchísimas mujeres en Navarra que tienen fibromialgia se levantan cada día y, como pueden, acuden a un trabajo, se arrastran para hacer la compra, cocinan, asisten a reuniones y hasta cuidan nietos.

El día 12 de mayo se celebró el Día mundial de la fibromialgia y la encefalomielitis miálgica/síndrome de fatiga crónica.

Te invito, querido lector, querida lectora, a pensar 2 minutos en los y las pacientes de fibromialgia, a hacer un ejercicio de empatía y solidaridad con ellas, que no se pueden levantar, y a ponerte en su piel y escribir en ella: Te voy a escuchar. Te voy a ayudar.

Muchas pacientes de fibromialgia tienen dermografismo: una piel en la que se puede escribir. l

La autora es socia 442 de FRIDA. Asociación navarra de Fibromialgia, Síndrome de Fatiga Crónica y Síndrome de Sensibilidad Química Múltiple