Cuando nuestra mascota muere, tras el disgusto inicial nos toca resolver qué hacer con su cuerpo. En el caso de animales como perros y gatos hay dos maneras: a través de nuestro veterinario o llamando al servicio específico que tiene la Mancomunidad de Pamplona, que se encarga de recogerlo e incinerarlo. A mi modo de ver ésta es la mejor opción, lo que ocurre es que este servicio, que antes era gratuito, aplica ahora unas tarifas que llegan a 150 euros (en el caso de un perro grande por ejemplo) lo que seguro que hace que mucha gente se plantee deshacerse de los restos de su mascota de cualquier manera, abandonados en el campo o en un contenedor de basuras.

Si se pretende que se hagan las cosas correctamente y evitar problemas de salubridad, este servicio debiera ser, si no gratuito, al menos mucho más barato.