El jueves 22 era el día que se acababan las clases para celebrar la Navidad. Salimos a divertirnos tanto profesores como alumnos. Cuando me retiré para venir a casa, hacia la 1.15 de la noche, me acerqué a las paradas de las villavesas nocturnas. Le pregunté a un conductor de una línea que no era la mía y me dijo que no había más servicio nocturno. Fui a la parada de taxis del Niza y había una cola importante (llegaba un taxi cada 15 minutos). Nos organizamos unas que iban a Ripagaina, con uno de Gorraiz y yo a Huarte. El taxista nos comentó que no había servicio nocturno especial de taxis y que los que había de más eran de manera voluntaria.

Mis hijos de 15 y 17 años se quedaron un poco más por la parte vieja. ¿Cómo han vuelto a casa? Andando. Como padres, el mensaje es parecido para todos: no vengáis solos. ¿Cómo se apañaron los jóvenes de Buztintxuri, Barañáin, Gorraiz, Sarriguren, Berriozar, Zizur, Mutilva, Noain...?

Ya se puede gastar pasta en promover el transporte público, que un día como el jueves contrarresta todas las publicidades a favor de su uso.

A quien corresponda, tened en cuenta los días de final de clases para poner servicio nocturno de villavesas y taxis. Eguberri on.

Padre y profesor*