Entendemos por mochileros a aquellas personas que viajan con una mochila a sus espaldas de una forma económica, cuyo objetivo es conocer otros entornos y culturas gastando poco dinero.

Me encanta la capacidad que han desarrollado nuestros jóvenes para moverse por todo el mundo de esta manera, que se ha convertido en toda una doctrina. Su objetivo es viajar, sea como sea y gastando lo mínimo. Utilizan distintas estrategias. Empezando con la reserva del vuelo low cost, seguido de la búsqueda de alojamiento. En este punto tiran de todos sus contactos para encontrar quien los acoja. Desde mi perspectiva, me parece sencillamente increíble el gran número de contactos con los que se relacionan a lo largo y ancho del planeta. Sin duda, Internet ha abierto más puertas de las que creíamos. 

Cuando hablo de este tema con mi hija, me cuenta que le encantaría ir a un hotel, pero no puede permitirse pagarlo, como hiciéramos nosotros en otros tiempos. Que a la mayoría de sus amigos el sueldo no les da ni para el alquiler, y que si quieren ver mundo, no les queda otra elección que organizarse de mil maneras diferentes. Viajar con la mochila es la única opción asequible para la mayoría.

Lo que a mí me parecía una elección por parte del viajero, parece ser que es una obligación. Los jóvenes tienen un problema de precariedad laboral del que intentan exonerarse, resistiéndose inteligentemente a la privación que el sistema ha cargado sobre sus hombros para descubrir el mundo real.