Si el experto en Medio Ambiente Julen Rekondo (Premio Nacional de Medio Ambiente) en la entrevista para la Cope del 20 de julio Los árboles de la calle Sangüesa, ¿es vital su función? manifiesta, entre otros argumentos, que “los árboles de la calle Sangüesa se deben respetar” y “que la construcción de este aparcamiento no es lo más conveniente en los momentos en que vivimos”. 

Si la Dra. Lucía Artazcoz, directora del Observatori de la Salut Pública, Agència de Salut Pública de Barcelona, como especialista en Medicina Preventiva y Salud Pública, señala que ”la tala de árboles que esta obra comporta no hace sino aumentar los problemas para la adaptación al cambio climático” e indica que “el objetivo de las intervenciones urbanísticas debe ser conseguir un espacio público saludable, con más verde, más justo y seguro, que favorezca las relaciones sociales y la economía de proximidad. En definitiva, poner las personas, su salud y la del planeta en el centro de las decisiones políticas”. 

Si el doctor en Economía Ambiental e investigador del BC3, Unai Pascual, opina que “la tala de árboles de la calle Sangüesa es un sinsentido. Necesitamos la biodiversidad urbana, la biodiversidad no solo está fuera de las ciudades, también está dentro y es muy vulnerable y la tenemos que conservar, cueste lo que cueste, porque es indispensable para adaptarnos al cambio climático más allá de cualquier parking o motivo comercial” (El 9 de agosto de 2023 este investigador ha publicado un artículo en la revista Nature de título Diverse values of nature for sustainability-Diversos valores de la naturaleza para la sostenibilidad).

Si nuestra propia Ley Foral 4/2022, de 22 de marzo, de Cambio Climático y Transición Energética considera al arbolado presente en calles y plazas como un valor a preservar en la lucha contra el cambio climático. ¿Por qué se sigue con la construcción del aparcamiento subterráneo de la calle Sangüesa? ¿Quién se está equivocando?

*Vecinas del II Ensanche