Pues va a ser que hay por ahí niñas que andan confundiendo a pobres violadores, seguro que todo por fastidiar. No sabemos si son culpables pasivas, vamos que se han desarrollado pronto (aunque todavía habrá quien diga que los 13 años no es una edad tan rara para desarrollarse); o, peor aún, si su maquillaje y/o vestimenta no era la apropiada para su dulce edad. Y ahí ya estaríamos en una culpa activa, a propósito, para confundir.
Porque quién duda que quien está dispuesto a violar a una niña de 16 años nunca, bajo ningún concepto, haría lo mismo con otra de trece.
De ahí la sabía decisión del Tribunal Superior de Justicia de Navarra, que ha sabido poner las cosas en su lugar: violadores pero con conciencia. Violadores confundidos. Pobres violadores víctimas de niñas Lolitas. Menos mal que tenemos una justicia que los entiende, que si no...