Todos los políticos de mala conciencia denuncian con la boca pequeña las escaladas militares en Gaza y Ukrania de Putin, Netanyahu, junto a los Estados gallina de la UE respecto de USA, China, Israel y Rusia. Bruselas es un imperio económico e industrial , pero sumiso a la voz de su amo. El BCE vaticina que todos los Estados van a experimentar una profunda crisis a causa de las aventuras de los señores de la guerra, agravada por la locura de los aranceles de Trump. Sólo augura a corto plazo a España un fuerte crecimiento, que atribuye a la DANA de Valencia el efecto multiplicador del proceso de reconstrucción que va a exigir cuantiosas inversiones durante la fase de auge del ciclo, no solo en la autonomía valenciana, que van a suponer un boom en todos los sectores, sino también en todo el Estado. Ese es el gran impacto dinamizador de los cataclismos naturales, a pesar de errores y muertes provocadas por los responsables autonómicos y nacionales, aun a la espera de comparecer ante los tribunales. Por otra parte, auguran que la caída del PIB mundial se dulcificará gracias al gasto en armamento, para que protesten los antimilitaristas o quienes defienden el cambio climático, pero que aprovechan para reconstruir los destrozos que provocan las catástrofes naturales. Como para enfrentarse a los beneficios derivados de los errores de la naturaleza.