Desde los vecinos/as del barrio de Txantrea queremos denunciar públicamente la situación que vivimos a diario en las inmediaciones del Colegio Irabia-Izaga y Jesuitinas, especialmente en las horas de entrada y salida del alumnado. Cada día, numerosos vehículos de padres y madres aparcan sobre las aceras, bloquean accesos a viviendas y obstaculizan los pasos peatonales, sin considerar el perjuicio que causan a quienes convivimos en el barrio.

Este comportamiento refleja una preocupante falta de educación y civismo de algunos adultos, que no respetan ni las normas de tráfico ni el derecho de los vecinos a circular con seguridad. Las personas mayores, las personas con discapacidad y los niños son quienes más sufren las consecuencias de estas acciones, viendo dificultado su paso y su seguridad en el entorno y las calles del barrio.

Desconocemos o no podemos llegar a comprender cómo tanto las madres y padres que llevan a sus hijas/os a estos colegios, así como el propio Ayuntamiento de Pamplona y Policía Municipal que acude todos los días laborables a controlar la seguridad de los menores que salen del indicado colegio, no son conscientes del peligro que supone para el resto de peatones la realización o mera tolerancia por quien no debería permitir que se produzcan situaciones tan peligrosas.

Lamentablemente, lo que tarde o temprano tendría que ocurrir, el día 23 de octubre ocurrió y un vecino de estas calles fue atropellado, pudiendo ser visible a día de la redacción de la presente carta su sangre en el paso de cebra. No se trata de un problema nuevo. Desde hace años, los vecinos y vecinas venimos reclamando una solución ante un hábito que degrada la convivencia y el espacio público, que es de todos. El barrio no puede convertirse dos veces al día en un aparcamiento improvisado a costa de la tranquilidad y la seguridad de quienes vivimos aquí. Por ello, reclamamos al Colegio Irabia-Izaga y al Colegio Jesuitinas que asuman su responsabilidad educativa y colaboren activamente en la concienciación de las familias, recordando que el incumplimiento de la normativa conlleva sanciones.

Esperamos que en las aulas se eduque a las niñas/os en el respeto hacia sus iguales y hacia los demás usuarios del espacio público, de manera que esta falta de civismo no se reproduzca en las futuras generaciones. La educación en el respeto y la convivencia empieza con el ejemplo. Confiamos en que los centros y las familias reflexionen y contribuyan a recuperar la normalidad y la seguridad en nuestras calles.

Y al Ayuntamiento de Pamplona y Policía Municipal reclamamos que deje ya de hacer una tan palmaria dejación de sus funciones y pongan solución a la situación, con la esperanza de que el atropello ocurrido sea el último.

* En nombre de un grupo de vecinas/os de la Txantrea