Habré hecho el trayecto entre Ourense y Pamplona más de cien veces en los últimos años, casi siempre en coche, aunque también he utilizado el Alvia que conecta Galicia y Barcelona y pasa por Pamplona. De las más de 80 ocasiones que he hecho ese trayecto en coche creo que en tres o cuatro de ellas he llegado con un retraso de más de 10 minutos. De las veintipico veces que he tomado el tren de Renfe, no recuerdo ni una sola en que haya llegado puntual a mi destino.

El colmo se produjo en este pasado puente cuando llegué a la estación de Pamplona con más de 40 minutos de retraso. Al menos, me dije, me devolverán el importe del billete, como había ocurrido en anteriores ocasiones. ¡Qué iluso! Recientemente han cambiado el criterio que aplicaba la compañía y ahora los usuarios de trenes Alvia o AVE que tengan un retraso de hasta una hora no tienen derecho a ninguna compensación. Visto lo visto, pediría a los responsables de Renfe que, al menos, cambiaran en su página web el nombre de la sección “compromiso de puntualidad”. Aunque para ellos llegar 59 minutos tarde quizá no sea para tanto, para sus clientes ese nombre puede sonarles a burla.