Se acabó la chicharrina. Salimos poco a poco del estío y nos adentramos en un otoño en blanco y negro. Negro como la crisis, la falta de expectativas y la desilusión. Negro como las ropas que visten los funcionarios todos los viernes para expresar que no les gusta nada que jueguen con sus nóminas y sus derechos laborales, una y otra vez, como si fuesen recortables. Blanco como las gafas de sol que llevan algunos policías municipales de Pamplona para expresar su malestar por los modos y el actuar de su jefe, Simón Santamaría. Pensaba que esto era una especie de leyenda urbana, pero no. De hecho uno de los impulsores de la protesta ha creado un blog (http://gafasblancaspamplona.blogspot.com.es), en el que dice que comparte con la inmensa mayoría de sus compañeros la animadversión hacia su jefe "alguien cuya conducta es más bien propia de un cacique. Sus métodos son violentos, y yo condeno cualquier forma de violencia. Parece ser que el partido político que le mantiene en su puesto (vaya usted a saber por qué), no solo no condena, sino que premia ese comportamiento violento". Y explica detalladamente su objetivo: "a partir de ahora iré sacando casos sobre presuntos (siempre la palabra "presunto" por delante) delitos que Simón Santamaría ha venido cometiendo durante todos los años que lleva en su puesto. Siempre aportando pruebas sobre lo que diga en cada entrada. El objetivo de este blog es desenmascarar a este individuo y, aunque tal vez sea algo utópico, llegar a conseguir su destitución". Esto lo publicó el 16 de agosto y desde entonces ha tenido ya más de 12.000 visitas, entre las cuales imagino que estarán las del propio Santamaría y las del concejal Ignacio Polo acusado de chanchullear para que su hijo taxista no fuera castigado por conducir en condiciones poco adecuadas. Esto es lo que hay, pero aunque solo sea una escapada momentánea, os propongo un paseo por la Selva de Irati o el hayedo de Bertiz, y una canción: Udazken koloretan de Benito Lertxundi, para saborear todos los auténticos colores del otoño.
