disparar a todo lo que se mueva. Única táctica conocida de la oposición parlamentaria. A veces funciona. Otras veces te quedas con el culo al aire y lo que muestras dista de ser hermoso. Como con el “ojo de Uxue Barkos”, que no sólo no espiaba a manifestantes, sino que protegía a los expresidentes del navarrismo. Ya es mala suerte. Una buena historia arruinada por algo tan insulso y prosaico como es la verdad. Carnaza que ya no es carnaza. Mierda que ya no huele. Y sólo una manera de salir del paso. ¿Presentar mis excusas y decir que la próxima vez procuraré actuar con más rigor? Y un huevo. Que esto no es Suecia. Aquí se recurre al comodín de ETA (Iriarte, UPN). O se monta una bronca para disimular el bochorno (Jurío, PSN). O, simplemente, se niega le evidencia, que es gratis (Beltrán, PP). Por cierto, que la amazona popular -“fuego en el corazón”, como rezaba la leyenda de su blusa- dejó mudo el otro día al Parlamento tras la aprobación de la modificación de la Ley del Vascuence. A la sazón, disgustó sobremanera a la zaragozana que la cámara foral diera luz verde a la ampliación de la Zona Mixta, solicitada por los ayuntamientos de 44 municipios, y todavía más, al parecer, que la ley pasase a llamarse del Euskera, como llaman al idioma la gran mayoría de los habitantes de esta comunidad. Desde el estrado nos anunció su terrible venganza: “yo le seguiré llamando ‘vascuence”. Chincha y rabia. Desolación y caras descompuestas en los miembros del Gobierno Foral y los parlamentarios que le apoyan. Otra más y acaba con el cuatripartito ella solita. No sé qué puede apagar tanto fuego, tanto calor. De adolescentes nos aconsejaban duchas frías. Con nosotros no funcionaba, pero quizás con ella sí. Y con el resto. Esparza, Iriarte, Jurío, Sayas? Aprovechen el verano. Al mar o la piscina. Al lago o a la poza. Pero el agua siempre fría, muy fría. En septiembre, como nuevos.
