Del campo a la mesa podría ser un eslogan facilón para promocionar cualquier producto de la huerta navarra. El mensaje, corto y directo, contiene en sí mismo valores muy demandados en alimentación. No en vano, transmite la sensación de que nos encontramos ante algo cercano, natural y que vamos a poder consumir sin haber sido manipulado con conservantes o cualquier otro aditamento que merme su calidad original.

Este mismo eslogan viene como anillo al dedo para reflexionar sobre el punto en el que se encuentran las movilizaciones del sector agrario y hacia dónde deben poner el rumbo. Cualquier solución también pasa por ir del campo a la mesa... pero de la negociación. Un foro que, por cierto, ninguna de las administraciones implicadas en este conflicto (foral, estatal y europea) se ha negado a impulsar desde que a primeros de febrero se desataron las protestas. Por lo tanto, es hora ya de bajar el suflé, encender las luces largas y ponerse manos a la obra para establecer un plan de trabajo que permita consensuar un acuerdo. En definitiva, toca abrir una negociación sabiendo de antemano que no será sencilla de fructificar, ya que hay muchos agentes afectados con colisión de intereses.

Más allá de que el trayecto sea tortuoso, lo que nadie puede pretender es tirar por la tremenda dejando paganos por el camino que no tienen responsabilidad alguna en este asunto. Desde luego si alguien piensa que la solución a los problemas del campo pasa por amargar la existencia al conjunto de la población –cortándole sin previo aviso las principales vías de comunicación– o tratando de imponer ocurrencias como obstaculizar el desempeño del trabajo en VW Navarra, está muy equivocado. La persistencia por hacer partícipe de este problema al 100% de la ciudadanía es un despropósito y terminará acarreando consecuencias legales a sus promotores, porque la Administración no puede permanecer de brazos cruzados. De hecho, ya ha avanzado que el intento de asalto al Parlamento no saldrá gratis.

Cabe esperar que los agricultores reflexionen. No hacerlo sería comportarse de manera primaria, lo cual es un error pese a que así se llame el sector.