ace poco leí que Navarra había alcanzado el pico de la pandemia, tras conocerse que se habían detectado 265 casos. No es exacto. Podríamos decir que no es mentira, pero no es la verdad. La verdad es que fue el día que más casos positivos se han detectado, pero el pico de la pandemia fue en marzo y abril, de lejos, pese a que ahora se den muchos positivos, lo cual es muy negativo, y pese a que este creciendo demasiado rápido los hospitalizados, lo cual es aún más negativo. Lo cuento rápido: en marzo se hospitalizó a 1.120 personas, en abril a 857, en mayo a 60, en junio a 10, en julio a 44, en agosto a 138 y en los 9 días de septiembre que vamos son 81. Estamos muy lejos de marzo y abril -por suerte-, pero es obvio que las cifras crecen claramente desde junio, punto más bajo de la pandemia. Al paso que vamos cerraremos septiembre con bastantes más hospitalizados que agosto y si seguimos este al parecer despreocupado camino lo mismo pasará en octubre, noviembre, etc. Una gran mayoría de positivos no pisará un hospital, pero aún y todo serán muchas las personas que lo hagan -el 1 de agosto había 40 personas ingresadas, ayer eran 117; en agosto murieron 6 personas por 1 en julio, en septiembre son ya 5-. Quiero decir: esto no es lo peor, ni de lejos, tenemos muchas más herramientas, conocimiento y precaución -básicamente los mayores, que en su mayoría se han autoconfinado desde marzo, sin ese esfuerzo suyo esto sería otra masacre-, pero estamos ya -lo estamos- en un escenario peligroso. Y no por el número de positivos, sino por la consecuencia que tiene eso en un 4, 5 o 10% de esos positivos: el número de personas que siguen entrando por las puertas de los hospitales. No estamos ante ningún pico (se hacen ahora cada día 5, 6 y hasta 8 veces más PCR que en marzo y abril), pero sí a las puertas de un otoño imperdonable sabiendo todo lo que por desgracia ya sabemos.