e todo el revuelo de la bofetada de Will Smith -que ya ha pedido disculpas al abofeteado y a todos en general- al cómico Chris Rock, más que la parte de la reacción instintiva errónea de Smith o la parte posesiva que pueda haber detrás -yo no se le veo, veo empatía con el dolor o molestia ajenas, pero no soy experto en saber qué pasa por la cabeza de todos los humanos del planeta- me interesa el instante en el cual a hacer una chanza sobre la condición física de una persona a la que ha llegado tras una enfermedad que le ha causado dolor se le considera humor. Se le considera humor al punto de que en situaciones como ésta surge el debate sobre los límites del humor para aquí, los límites del humor para allá, etc. A mí eso no me parece humor. Si tú estás en una barra de un bar tomando algo con unos tipos y entra uno con el pelo al cero y sabes que es por una quimioterapia y que las ha pasado y las pasa canutas y le sueltas ¿Qué pasa, preparándote para el casting de Kojak? pues eso no es humor, es violencia verbal. Está mal que te metan una hostia, vale, pero es una reacción humana instintiva. Que sea instintiva y defensiva no la convierte en adecuada ni acertada, pero es más humanamente comprensible que quien elabora mentalmente la supuesta broma. ¿Es humor eso o simplemente una faltada? ¿Es humor que Chris Rock, que presentaba la gala, dijera que si la mujer de Javier Bardem -así la nombró- no ganaba el Oscar mejor que no lo ganara él, porque "ya sabéis cómo son las mujeres" o es simplemente una pésima idea idiota que hace pasar por humor? No sé. Lejos de mi intención disculpar una hostia, pero aún más lejos esta clase de supuesto humor que hace de la apariencia física -y más si es obligada y dolorosa, no es un corte de pelo elegido- un motivo de chanza. Coño, 2022, los chistes de Arévalo pensaba que estaban superados. Se ve que no. Rock, por supuesto, no se ha disculpado.