¿Me podría explicar alguien de UGT o SPA, por favor, qué tipo de problema tienen por ver carteles o documentos en dos lenguas diferentes? ¿Es un problema de retina, algún tipo de dislexia o simplemente una especie de rechazo emocional? ¿Les ocurre también con otras lenguas o sólo si el euskera es una de ellas? Saben que no tienen que leerlo todo, ¿no? Que con que elijan una de las dos versiones ya obtendrán toda la información necesaria. Yo puedo entender que las personas que no hablan euskera, ni tienen el más mínimo interés por aprenderlo, se sientan aliviadas al ver que no vale prácticamente nada a la hora de optar a un puesto de trabajo en la Administración. Lo del respeto a los derechos de la ciudadanía a ser atendida en su lengua y bla, bla, bla te puede llegar a importar entre poco y nada si tu principal objetivo es encontrar un puesto cómodo, bien pagado y de por vida. Eso no lo comparto, pero lo entiendo. Y comprendo que como sindicatos UGT y SPA luchen por sus afiliados, aunque a veces se pasen de frenada y actúen como si el ser funcionario en Navarra fuese uno de los 30 derechos humanos universales. Lo que ya no me encaja es eso de reclamar el derecho a no ver el euskera por ninguna parte, a vivir como si no existiera, o como si existiéramos, por ejemplo, en Cuenca. El Gobierno verá cómo gestiona este tema, si decide poner un recurso contra esta sentencia o si se limitan a negociar en los despachos cómo actuar en cada caso concreto. Dicen desde el PSN que en lo que se refiere a la política lingüística pretenden buscar “el consenso entre diferentes”. No sé yo si van por buen camino defendiendo los argumentos de los que simplemente desean que los “diferentes” se esfumen.